Una profecía, predicción, premonición o vaticinio es una visión o anuncio de eventos futuros percibidos mediante arte divino o fuerzas sobrenaturales. Estas revelaciones trascienden el tiempo y el espacio, ofreciendo destellos del destino que, a menudo, están envueltos en simbolismo y misterio.
En la historia y la religión, las profecías han sido mensajes divinos que guían o advierten a la humanidad, mientras que en el ocultismo son vistas como ecos del tiempo, reveladas por fuerzas arcanas. Los psíquicos profetas, dotados con el don de la profecía, son quienes pueden percibir estos futuros inciertos. Sin embargo, su capacidad conlleva una dualidad: conocer un futuro que podría ser inmutable o alterado por sus propias acciones.
DONES Y MALDICIONES
CAPITULO
LA PROFECIA DEL REVELADOR
-Creo que esta te quedará bien, Quimey. Por favor, toma la de color rojo oscuro, gracias -agregó Nahuel con una sonrisa.
-No te preocupes, es toda tuya -le respondí.
Cuando llegué al salón, pude ver de inmediato al trío de los serios, como los llamaba Nahuel. Ninguno de los tres me devolvió el saludo general que les di al entrar, así que nos sentamos rápidamente al fondo de la gran mesa, junto a Levican y Nahuel, en silencio. Mientras tanto, los tres escuchamos sin querer la conversación de Aukan, Alen y Sakin, que giraba en torno a los místicos. Apenas logré oír que comentaban un poco sobre lo ocurrido hoy en el hospital y mi escape de los vigilantes. Seguramente, ellos también escucharon la noticia mientras almorzaban en su cabaña.
Después de un rato, llegaron las chicas: Sayen, Agel y Lig-ray. Me sorprendió lo bien que los serios las recibieron. Aukan se levantó de inmediato para acomodar un puesto junto a él para Sayen. Además, parecía que Sakin y Agel se llevaban muy bien, pero Lig-ray solo los saludó y luego se acercó directamente hacia nosotros tres, sentándose al lado de Levican.
Finalmente, llegaron Neculman junto con Helena, Víctor y los otros dos sujetos. Los cinco se tomaron la molestia de saludarnos uno por uno, y luego de eso, Helena anunció que hoy ella había cocinado para todos.
Con un poco de ayuda de Neculman y Aukan, trajeron a la mesa varios tipos de ensaladas y carne de pollo y cerdo, aderezada con distintas frutas. Algunos trozos tenían piña, otros durazno, y también creo que entre lo que comí había uno aderezado con manzana roja y naranja.
Cuando terminamos de comer, algunos se ofrecieron voluntarios para recoger. Yo, por mi parte, me ofrecí para lavar y fregar los platos.
-Veo que te quedó bien la ropa -dijo Sayen, acercándose por detrás para ayudarme a secar los platos.
-Bueno, casi todo. Los zapatos me quedan un poco sueltos, pero son detalles -le respondí mientras pensaba en agradecerle más tarde a Nahuel.
-Lo siento, a veces hay margen de error -dijo Sayen, mirándome de una forma que me incomodó un poco.
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Dones y Maldiciones
Science FictionEn una sociedad impulsada por avances tecnológicos y científicos, un grupo de jóvenes psíquicos se enfrenta a una conspiración devastadora. Los Místicos, un grupo de esotéricos carismáticos, han maniobrado con habilidad a la sociedad y al estado, p...