20) Un comportamiento ejemplar

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Los Angeles, Estados Unidos
2010, 12:00pm

—Viajar en avión da miedo.

—Por eso cada vez que despeguemos te daré la mano, para que mi compañía sea mas fuerte que tus temores.

Mi papá siempre me hablaba como los príncipes en los cuentos.

—Hijo ¿donde esta el coche?

—¿El señor Allister no iba a mandar por ti?

El abuelo se encoge de hombros como si el no tuviera nada que ver con eso.

—Mira papá un Mercedes plateado.

Señalo y mi tío Manuel habla.

—Alli esta nuestro transporte.

El coche se estaciona y mientras el abuelo y yo subimos, ellos toman las maletas.

Desde el asiento del copiloto voltea a verme.

—Aquí vas a comer las mejores hamburguesas de pollo del mundo.

Yo sonrío.

Los demás entran y mi tío contesta una llamada.

—Si, ya llegamos. Al rato preciosa, deja que me desocupe y nos vemos para cenar.

El abuelo toma su teléfono y habla —Nadie va a cenar con nadie hoy, señorita desconocida —seguido de esto le cuelga.

—Iremos al hotel, dejaremos las cosas, almorzaremos con Allister y después de revisar cláusulas y firmar papeles, llevaremos a la niña a comer hamburguesas de Chick-fil-A. ¿Entendieron?

Mi tío solo le da una mirada, muy seria, y papá sonríe, así, igualito se burla de mi, cuando me caigo del caballo.

En las habitaciones, papá y yo acomodamos nuestras cosas. Me quito el suéter porque no pensé tener tanto calor al llegar aquí, aunque el clima es relativamente fresco.

—Vamos a bañarte y a cambiarte de ropa.

Eso hacemos. Luego papá me enrolla en una toalla y me avienta en la cama, yo no hago mas que estallar en risas.

El sacó un vestido rosado que mamá empaco —de mala gana porque no me quería dejar venir— Y me pongo las únicas botas marrones que traje, aparte de las de competencia.

Bajamos a recepción y son como las 3:00pm es realmente tarde para almorzar pero nadie le dice que no al abuelo.

Tomamos el mismo coche —asumo yo que nos lo prestaron— Y mi papá empieza a manejar hacia un restaurante muy bonito, a lado de un edificio muy alto.

Estacionando, mi tío se acerca y susurra —¿Si te compro una Barbie con su caballo, convences a tu abuelo de que no me quieres en la cena?

Hago como que lo pienso

—Hecho —Extiendo la mano y el me hace cosquillas— ¡Así no! O se cancela el trato.

Levanta las manos a modo de rendición.

Una señorita en la entrada pregunta si tenemos reservación.

—Allister King —responde de papá.

Nos guían a una mesa, donde esta un señor alto, robusto, bronceado y de ojos claros. Vestido de azul oscuro con una sonrisa, recibe al abuelo.

—Ella es mi nieta, Claire Caussier, quien saltará con tu yegua pasado mañana.

—Que linda niña —toma mi mano y le da un beso— ¿les presente ya a mi hijo? Harrison King. Estoy tratando de que aprenda todo lo que se pero es muy necio, o todavía es muy chico.

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