Capítulo #17

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Abusa del más débil... Y crearás un monstruo.

KLARA:

Lo había extrañado tanto, tenía que admitirlo y ser sincera conmigo misma, había extrañado a James Mickell, él había sido el único apoyo en ese tiempo que estuve aquí, todavía recuerdo esos primeros 3 años en los que el aún no trabajaba en este hospital y fueron los más horribles, cuando él llegó siendo yo apenas una niña de 13 años y él todo un joven médico de 23 me sentí felíz de que alguien como él me cuidara como lo hizo, que se sentara a conversar conmigo y a intentar hacer dentro de sus límites todo lo posible porque las visitas de Fermín fueran pocas o rápidas, nunca hablamos de ese tema, pero él me conocía, el veía en mi rostro el miedo que le tenía a quedarme a solas con él, y gracias a su mera presencia la estancia aquí fue tan solo más amena.

—Es bueno verte James.

Le dije con los ojos llenos de lágrimas y la sonrisa que me dedicó hizo que alguna parte dentro de mí se reajustara hasta sentirme tan solo un poco mejor.

—Yo también te extrañé, — hubo un corto silencio y tuve que bajar la mirada hasta comenzar a hacer círculos con la punta de mis dedos — Has cambiado, estás... diferente.

—Loca.

—No digas eso Klara Janner, tú estás perfectamente, esos episodios se irán, es normal que los tengas en tu caso, ya hemos hablado de eso millones de veces.

Me dijo y sí, era cierto que antes de darme de alta hace 5 años me dijo que podría volver a tener algún episodio alguna vez, pero joder, se sentía mal, se sentía muy mal.

—Yo... yo más nunca había vuelto a escuchar las voces, yo estaba curada, me sentía, me sentía bien James.

—Cuéntame que pasó entonces Klara.

Me dijo mientras limpiaba con sus dedos las lágrimas que comenzaban a caer de mis ojos.

—La muerte de Lincon y Fermín, — tuve que tomar una bocanada de aire y mirar al techo para que el llanto se esfumara y poder hablar — Fermín me llamó loca James, me hizo recordar mis años aquí, y después, después lo hizo André y que él me llamara loca me dolió, me dolió mucho.

Dije en un suspiro y volví a bajar la vista hacia sus rodillas que ahora las tenía abrazando las mías desde la silla en frente a mí.

—¿Quién es André?

Pude notar una ligera molestia en su voz y como tensó la mandíbula, pero yo solo quería hablar.

—Un chico que llegó nuevo al pueblo, creo... creo que me gusta, él no lo dijo por mal, solo fue que yo estuve mirando donde no debía y haciendo preguntas de más, él no sabía nada de mí estado mental hasta ese día que tuve una crisis, volví a sentir esa voz ese día y fue horrible James, André me ayudó esa noche, y terminé contándole lo que me pasaba.

—¿Y Fermín por qué te hizo recordar tu estancia aquí? Él sabe perfectamente que lo mejor por tu estado es mantener alejado cualquier pensamiento que te recuerde a este hospital, por eso yo... precisamente por eso yo nunca más te busqué.

—Fermín es un maldito imbécil James, — me levanté de aquella silla y comencé a caminar de un lado a otro en una lucha interna pensando en si desahogarme con James o no — él me ha hecho mucho daño, más del que incluso tú te imaginas, y estoy segura de que el mató a mí madre ¿sabes?, hay cosas que aún no me encajan pero tiene que ser él.

Me detuve para sentarme en la orilla de la cama y ahora fue James quien se paró y me dió la espalda como si estuviera ocultándome algo.

—¿Sabes algo James?

Devoción a CiegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora