𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 (Fred Weasley)

《63》

Alice:

Luego de aquel bochorno protagonizado, trajeron el almuerzo, el cual fue bastante ameno; pese a mis malas expectativas.
Durante la tarde tuve más visitas, específicamente fueron los demás miembros de la familia Weasley, junto a Harry. Quienes lograron hacerme olvidar, por un momento, de que me encontraba en el hospital.

Faltaba poco para que finalizará el horario de visita, por lo que, estábamos debatiendo sobre quién se quedaría como acompañante esta noche.

— Lo óptimo, es que sea yo, quién deba quedarse. —Dijo Beth.— Porque soy mujer, y será más cómodo para ella, cuando deba ir al baño o cambiarse de ropa.

Era un discurso bastante convincente, por lo que, no nos negamos. Y quedó decidido de tal manera.

— De acuerdo, ya está decidido. —Habló papá.— Vendré mañana , para cuando te den el alta, te acompañaré a la estación de trenes.

— ¿A la estación? ¿Por qué? —Quedé confundida.—

— Viajaras a Francia, allí te esperará tu madre. No es seguro que quedes en casa tú sola, luego de lo sucedido. —Explicó.— Y debido a mi trabajo, estaré ausente mucho tiempo, lo mejor es que estés con tu madre.

— Estás bastante equivocado, si piensas que iré a Francia a quedarme con mamá y sus familiares. —Era molesto, el sólo pensar en aquella convivencia.— Prefiero, quedarme en el caldero chorreante, que ir allí.

— Se que no te agrada la idea, pero ¿Qué otra alternativa tenemos? —Indagó.— No querrás ir con tus hermanas, así que no tienes opción alguna. —Insistió.— Me niego a dejarte sola, con el riesgo de que ataquen de nuevo.

— Papá, puedo cuidarme sola, ya soy un adulto. —Me estaba comenzando a sentir frustrada.— Si pude defenderme sola, ante los mortifagos, lo podré hacer una vez más.

— Claro, pudiste defenderte, pero si regresan con el doble de miembros ¿Podrás salir vencedora, si te triplican en número?.

Quedé en silencio, ante su último comentario, ya qué, estaba en lo cierto. Podrían atacar de nuevo, y ser más que la última vez, y nada me asegura que salga ilesa.

— Disculpen que me entrometa, pero, Alice podría quedarse en mi casa, en el mundo muggle.

— ¿Y poner en riesgo a tu familia? —Cuestione.— Beth, los mortifagos no perdonan, y estar entre los muggles, no los detendrá en su cometido.

— Podrías quedarte en nuestra casa. —Propuso George.—

— Negativo, ya fueron atacados y tuvieran bastantes pérdidas materiales.

— Alice, no seas necia y ve con tu madre. —Se puso de pie.— Es la única y la mejor alternativa, que tienes a disposición.

Trataba de pensar en alguna solución, que me permitiese escapar de aquel viaje. Pero, no sé me ocurría nada bueno, como para convencerlo.
Hasta que, una excelente excusa se formuló en mi cabeza.

— El problema aquí, es que no me encuentre sola en casa ¿Cierto? —Asintió.— Entonces, la respuesta es que no esté sola en ella, y no lo estaré.

— Alice, los elfos no cuentan, ya que no tienen permitido usar magia.

— No me refería a ellos, sino a él. —Señalé a Fred.—

Grande fue la sorpresa, que sintió el nombrado, al escuchar tal declaración;  cómo también, el resto de los presentes.

— No te servirá de nada, crear esa  mentira, jovencita. —Dijo con el ceño fruncido.—