CAPITULO 3

13.4K 1K 256
                                    




ALICE


Una tormenta se desata afuera. Las camionetas se estacionan fuera del bar, Viktor baja y se mueve hasta mi lado con un paraguas para abrir mi puerta y ayudarme a bajar. Ni siquiera me molesto en ver a los lados al momento de abrirme paso. Siempre con la frente en alto.

Puedo notar la mirada de algunos hombres; son unos asquerosos, aquí hay demasiados insectos, quisiera exterminarlos a todos de una buena vez y hacerle un favor a la sociedad, pero hoy tengo un objetivo; cuarenta y ocho años, pelo teñido para ocultar sus canas, cejas pobladas, sonrisa perversa, manos asquerosas y sucias.

Lo diviso al otro lado del bar coqueteando con una joven, no quito mis ojos de mi objetivo y sigo caminando para sentarme en la barra. Lo veo como coloca una de sus asquerosas manos sobre el muslo de la chica. Quisiera poder acabarlo en este mismo instante. Mis hombres no me acompañan, pero se dispersan por las afueras del local, el único que ingresa es Viktor, quien se coloca en algún punto estratégico para no perderme de vista.

Me siento en la barra y pido un wiski en las rocas, giro el taburete y observo el ambiente del lugar, es lo suficientemente discreto para que estas alimañas cometan todo tipo de asquerosidades.

Doy un sorbo a mi trago y mis ojos se topan con los de mi objetivo, una sonrisa se curva en mis labios, sigo tomando mi trago sin apartar mis ojos. Bajo el trago y me cruzo de piernas, aparto la mirada y por el rabillo del ojo puedo ver cómo me detalla, llevo una falda negra ajustada que me llega a la mitad del muslo, una blusa negra cuello de tortuga, botas que llegan debajo de las rodillas y una gabardina negra. Paso la mano por mi cabello suelto y observo como se pasa la lengua por los labios. Me acomodo en el taburete y me vuelvo a girar hacia la barra.

—El objetivo cayó—le informo a Viktor por el intercomunicador.

—Copiado señora.

Alguien se acerca por mi derecha y me pasa un trago. Me giro para verlo de frente, y aquí está, el insecto que aplastare esta noche. Una sonrisa se dibuja en mi rostro, es tan estúpido que piensa que le sonrió a él.

—¿Qué hace una belleza como tú en un lugar como este? —¿Por qué los hombres siempre utilizan las mismas frases?, he perdido la cuenta de las veces que me han dicho eso.

—Divertirme —le respondo con una sonrisa.

—Entiendo, pero creo que te divertirías más con compañía. —pasa el dorso de su mano por mi brazo.

—¿De verdad? ¿Qué te hace pensar que no me estoy divirtiendo?

—No digo que no lo hagas, es solo que con una buena compañía tu diversión puede ser mejor. —aparta unos mechones de mi cabello y los coloca detrás de hombro posando su mano ahí.

—Bueno, entonces espero encontrar una buena compañía esta noche —miro sus labios para provocarlo aunque me provoca nauseas.

—Belleza, no tienes que buscar mucho, yo te puedo dar la diversión de necesitas —me dice cerca del oído apretando mi hombro.

—¿Te parece muy pronto si salimos ahora? —entre más rápido me deshaga de él, mejor.

—Por mi nos hubiéramos ido desde el momento en que acerque a ti. —le dedico una sonrisa tímida.

—De acuerdo, entonces salgamos de aquí. —me pongo de pie y camina a la salida, él camina a mi lado con su mano en mi espalda baja.

Paso por el lado de Viktor que me pasa las llaves del auto son que él lo note. Salimos del lugar y mi camioneta ya está estacionada afuera.

—¿No te importa ir en mi auto? Así no te pierdes si me sigues

—No hay problema, puedo mandar a alguien por mi auto.

NémesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora