CAPITULO 5

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ALICE


Me hierve la sangre el hecho de no saber porque lloraba hace un par de noches, y más por el hecho de no poder consolarla como hubiera querido hacerlo, quise estrecharla entre mis brazos, besarla y hacerla sentir segura, aunque en realidad conmigo es con quien más corre peligro.

Con Olivia fuera de la ciudad empecé a organizar el encuentro de esta noche, sabía que el mandaría a su gente horas antes a vigilarme, no podría arriesgarme a que la viera en el edificio. Aunque seguramente ya sabía de su regreso, porque pidió justamente reunirse aquí en la firma, algo tramaba y no me arriesgaría a que ella quedar involucrada en sus estúpidos juegos.

Me sentía mal por haberle gritado a Olivia, pero quería que fuera lo antes posible, mande a uno de mis hombres detrás de ella para que la cuidara sin que ella lo supiera, James pudo haberla estado vigilando, ni siquiera me acordaba del maldito, y se me hizo extraño que se comunicara conmigo esta mañana. Lo tenía vigilado, pero al parecer los inútiles que trabajan para mí no hicieron bien su trabajo y le perdieron la pista, y ahora estaba aquí en Nueva York.

No sabía exactamente de qué quería hablar conmigo, pero presiento que tiene que ver con Olivia. Después de que cancele nuestra boda se puso furioso y amenazó con hacerle daño si me veía con ella, aunque nunca sucedió tal cosa, muchas cosas pasaron en una sola noche y Olivia se fue de mi lado.

Ahora me preocupaba que en serio quisiera cumplir su amenaza, aunque no estuviésemos juntas realmente, ella solo trabaja conmigo.

—Señora —Viktor toca a mi puerta.

—Adelante.

—Todo está listo, los hombres ya se están desplazando a sus puestos.

—Perfecto, dile a Adhara que la quiero a mi lado.

—De acuerdo, si me disculpa, seguiré con mi trabajo.

El tiempo se me hace cada vez más lento, ya quiero acabar con todo esto, si James no fuera el hijo de uno de los más grandes fiscales de Nueva York y mi aliado, lo habría matado hace años.

—Bombón —Adhara entra en la oficina. —Es hora, deberíamos ir a la sala de juntas.

—Vamos.

Salimos de mi oficina y bajamos a la sala de juntas, son pocos los abogados que aún están en el edificio, tampoco puedo sacarlos, porque sería sospechoso. Lo mejor que puedo hacer es reforzar la seguridad, y coloque francotiradores en los edificios cercanos, no me quiero arriesgar a que este maldito tenga algo planeado.

—¿Algún movimiento extraño? —pregunto una vez que bajamos.

—Ninguno, solo algunos de sus hombres cerca del edificio, nada que no podamos manejar. –informa Viktor.

—Bien, acabemos con esto —entro en la sala de juntas con Adhara y Viktor detrás de mí; son una pareja explosiva. Ahí está el maldito James de pie, con una sonrisa burlona en su rostro.

—Princesita, gracias por honrarme con su presencia —me hace una reverencia, viniendo de su parte es un insulto.

—James —digo sin interés.

—Estás más hermosa que nunca princesa.

—No creo que estés aquí para adular mi belleza, así que ve al grano. —me cruzo de brazos. Los dos nos quedamos de pie.

—Quiero que trabajes en un caso para mí —dice en un tono serio. Sonrío ante su propuesta.

—No trabajare para ti —sonrío con arrogancia.

NémesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora