Némesis

CAPITULO 2

ALICE

Enciendo mi computadora, mientras hago preguntas sobre su llegada a la ciudad, sabía que los nuevos abogados venían de Chicago, pero nunca me imaginé que ella fuera una, menos con el éxito que está teniendo allá. No quiero que el ambiente se torne frío o poco profesional, así que sigo hablando con ellos, William es quien responde todo lo que pregunto y ella solo asiente o sonríe, les comienzo a explicar todo el sistema de la firma, sus horarios y el piso al que están asignados.

Me levanto y les pido que me acompañen para mostrarles las instalaciones. Les presento a Laura mi secretaria, pasamos por la oficina de Rhys que los recibe con una gran sonrisa, como siempre. Bajamos al piso de recursos humanos para que les den sus credenciales. Luego subimos al piso donde estará asignado William, es un experto en divorcios.

—Señor Scott, aquí es donde se llevan a cabo todos los casos familiares.

—Dígame William. —sonríe.

—De acuerdo, señor Scott —Hago énfasis en su apellido. —Si tienes alguna duda, la señorita Evans te ayudara. —Leah Evans, mi mejor amiga. —En este momento no se encuentra, luego la conocerás.

—Está bien Abogada Young, muchas gracias. —intenta darme la mano, pero lo evado, con una vez fue suficiente.

—Ahora puedes pasar con el abogado James Cooper, él te mostrara tu oficina y te pasara algunos casos.

Me despido y continuamos nuestro camino, de repente salen los pasantes de la cafetería y uno de ellos pasa chocando con Olivia, la tomo del brazo y la atraigo hacia mí para evitar el choque, pero la bebida del chico se derrama sobre su brazo.

—Abogada Young. —Dice el chico sorprendido cuando me ve. —Lo siento mucho. —los colores se van de su rostro.

—Deberías fijarte por donde caminas. —Lo digo en un tono tranquila, pero con seriedad.

—Estoy bien. —Dice Olivia, sujetando mi mano y noto que aun la tengo tomada del brazo.

—Lo siento. —Suelto su brazo.

—¿Hay un baño cerca?

—Vamos a la sala de descanso. —La tomo del brazo y nos encamino al lugar. —Hay más privacidad.

Entramos a la sala de descanso y me tumbo en el sofá mientras ella entra a limpiarse. No entiendo como estos niños, que ni siquiera ven por donde caminan quieren trabajar en mi firma.

Cooper entra irrumpiendo en la sala y lo veo acercarse a paso veloz.

—¿Está estresada abogada Young? —se sube sobre mí, toma mi rostro e intenta besarme.

—Quítate en este momento si no quieres que te borre esa estúpida sonrisa con mi puño —le digo molesta.

—¿No me estabas buscando? —vuelve a tomar mi rostro.

—Perdón no quería... —escucho la voz de Olivia detrás de Cooper.

—¡Quítate! —lo tiro a un lado clavándole una mirada recriminatoria.

—Lo siento abogada —se disculpa Cooper.

—¡Fuera! —Le ordeno.

—Luego la busco —dice con vergüenza.

—No te molestes —le digo pasando a su lado.

—¿Continuamos abogada? —le digo a Olivia mostrándole la salida.

—Está bien —me mira directo a los ojos sin expresión alguna y vuelvo mi vista al frente.

Subimos al séptimo piso, el mismo donde está mi oficina, Olivia se hará cargo de todos mis casos pendientes, es la persona más apta para tomar el tipo de casos que yo manejo, —pedí a la mejor pero no creí que se lo tomaran al pie de la letra —son empresas grandes y que tienen confianza en nuestra firma, yo tengo que hacerme cargo de muchos asuntos pendientes que dejo mi padre.