Némesis

CAPÍTULO 33

CHIARA

Cuando decidí traer a Sebastián conmigo creí que era la mejor idea, digo, él estaría más seguro conmigo, así el abuelo no podría buscarlo, pero jamás imaginé que el padre de Sebastián lo encontraría, mejor dicho que se llevara la sorpresa de conocer a su hijo en una reunión familiar.

Ahora toda la familia sabe de su existencia, fue tan obvio, ¿como pude ser tan idiota? Solo era de verlos a ambos y se nota lo idénticos que son, por eso Hanna se negaba a visitarme en Italia, siempre ponía excusas de que no podía ser vista con la mafia, idiota, siempre nos ha ocultado la verdad y estaba frente a mis narices.

Hace una semana

—¡Por Dios Hanna! ¿crees que dañaría a mi sobrino? —le pregunto ya molesta por todo el drama que está haciendo.

—Solo quiero que lo protejas, no lo dejes salir de tu casa Chiara, te lo suplico —dice juntando sus manos.

—¿Que te hace pensar que no lo protegeré? —digo saliendo de su oficina.

—No es que tú no lo protejas, pero no quiero que tenga contacto con tu familia, son peligrosos Chiara.

—¿Crees que van por ahí matando a cualquier niño que se les cruce por enfrente? —me detengo y la veo con los brazos cruzados.

—No... pero

—Pero nada, si no crees que lo puedo proteger busca a otra persona entonces, así se acaba tu drama.

—¡No estoy haciendo drama! —grita y me río con sarcasmo —Solo cuídalo ¿sí? ¿Lo prometes?

—No tengo porqué prometer algo tan obvio Hanna —digo frunciendo el ceño.

—Está bien, lo siento, solo quiero proteger a mi hijo entiéndelo —dice llevándose las manos a la cara.

—Nada malo le sucederá en Italia Hanna, sabes que el abuelo no puede hacer nada allá, con que ponga esa idea en su cabeza Leonardo lo acabaría aunque no quiera participar directamente en esto —Hanna se aclara la garganta y voltea hacia otro lado.

—Que nadie lo vea Chiara, solo eso te pido —dice abrazándose a sí misma.

¿Porque su cambio de actitud?

Esa misma noche luego de la distracción que creo Alice, me lleve a Sebastián a Italia, Hanna lloro cuando se despidió de él, pero él estaba muy feliz de viajar conmigo, Sebastián es un niño muy inteligente y tierno.

Una vez llegamos a Italia me asegure de llevarlo directo a mi casa, tampoco quería que nuestros enemigos lo vieran como un blanco.
Mi sobrino no dejaba de brincar por la alegría de estar en Italia, siempre quiso venir desde que me preguntó porqué hablaba tan raro, me reí por su pregunta y le expliqué que vivía en otro lugar donde se hablaba diferente, fue un error mencionarle eso, siempre que me veía me preguntaba cosas sobre Italia y me pedía que le enseñara algunas palabras, estaba obsesionado con visitarme, pero mi hermana siempre ponía pretextos y terminábamos peleando por eso.

—¿Me llevarás a todos los lugares de los que me hablaste? —pregunta Sebas mientras subimos a la habitación.

—Intentaré llevarte a muchos —le digo —aunque sólo estarás aquí por un par de días.

—No quiero volver, Duncan me da miedo —dice aferrándose a mi pierna.

—¿Te hizo algo? —le pregunto tomándolo en brazos.

—Siempre grita cuando llega a casa y...

—¿Y que Sebas? —me da miedo que enserio lo haya lastimado.