CAPITULO 26

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DUNCAN

Camino por los pasillos de mi residencia hasta llegar al comedor, tomo asiento mientras uno de mis sirvientes me trae un puro que enciendo mientras espero a que sirvan el almuerzo. Reparo en la mujer que está sentada del otro lado de la mesa con la cabeza agachada.

­­­­­­­­­-Levanta la vista Savannah –le ordeno dando una calada a mi puro.

Alza la vista dejándome ver sus hermosos ojos verdes, es de lo mejor que he creado, aunque ahora me sea inútil, ya no me puede dar nietos que ayuden con algún trato y la inútil de Hanna se dejó preñar de quien sabe que pordiosero, nunca quiso decirme de quien era y su madre tampoco lo dirá.

Hanna estuvo fuera por una semana y se llevó a Sebastián, me preocupa que se haya visto con el padre de mi bisnieto, porque no permitiré que lo vea, Sebastián será mi heredero, al menos Hanna pudo darme un bisnieto varón, no como esta inservible que solo mujeres temperamentales pudo parir como la que está tocando los cojones en este momento.

Alice no creyó que me daría cuenta de las estupideces que hizo, me desligo de los italianos en Nueva York y ahora me he dado cuenta que la camorra de Chicago también ha estado en contacto con ella y todo gracias a la otra inútil de Chiara, es la que me duele haber perdido, es la única que me servía para grandes planes, pero su padre me la negó y no sé cuántas cosas le habrá metido en la cabeza la inservible de Alice.

La otra, se me escapa el nombre, la francesa con sangre rusa, no he sabido nada de ella desde hace años, pero me gustaría entrar en contacto con ella, tal vez pueda hacerme llegar a los rusos y sus armas, quiero recuperar territorio en Nueva York y sé que estarna dispuestos a ayudarme si les digo que los italianos tienen el poder.

Las vegas pertenece a los daneses desde que me apodere del lugar y nadie ha logrado sacarme del poder por mucho que lo han intentado y ahora una niña viene a querer tomar el poder, sigo esperando los reportes del ataque de ayer, entramos en territorio prohibido, pero una niña no pudo haber acabado con mis hombres.

- ¿Sabes que tu hija quiere jugar conmigo? –le digo a mujer de pelo negro.

-No –se limita a responder.

-Ayer le mande una sorpresa –sus ojos buscan los míos con desespero.

- ¿Qué le hiciste? –me mira furiosa.

-Tendrá suerte si sobrevivió –me burlo en su cara.

-Déjalas en paz –dice sollozando –he hecho todo lo que me pediste.

-Ella es la que está buscándome, yo solo le doy la atención que pide.

-Déjame hablar con ella –me pide tirándose de rodillas a mi lado.

-No –le digo tirando el puro a su lado –nunca las veras otra vez.

-Por favor –me ruega tomando mi mano.

-Ya dije que no –digo soltándome y dándole un bofetón en el rostro que la lanza contra el suelo –ya me quitaste el hambre con tus insolencias, madura de una vez.

Me levanto de la silla dejándola tirada en el suelo mientras solloza, es una completa inútil. Salgo por los pasillos hasta el vestíbulo donde pido un reporte de los que envié por Alice.

-No han regresado señor –me indica uno de los hombres.

- ¿Tan inútiles son? –digo pateando al primero que se cruza. –Contáctalos ¡ya!

Todos corren en busca de respuestas, pero ninguno me trae nada útil. Salgo de casa para ir a uno de los clubes a quitarme el estrés que me provoca la insolente de Alice, desde que no quiso casarse con el hijo del juez por una mujer la traigo entre ceja y ceja.

NémesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora