Némesis

CAPÍTULO 38

OLIVIA

Después de ese fin de semana lleno de emociones volvimos a nuestra rutina, las hermanas de Alice volvieron a sus ciudades, he querido hablar con Arianna, pero no me ha quedado bien el tiempo suficiente para hacerlo, antes de que ella me enviara el mensaje, Yuna volvió a la mesa y no hablo el resto de la noche.
Cuando volvimos a casa, miré a Yuna tocando en la habitación de Ari, pero no estaba.

A la mañana siguiente Arianna se había ido muy temprano, Alice me informó que Margot la llevo de regreso a la ciudad, no sé si solo son mis especulaciones, pero algo está pasando con ellas.

La madre de Alice se fue con Hanna para Washington, a Hanna la cambiaron de ciudad y su madre quizo ayudarle con Sebastián, me haría falta llegar a casa y probar la comida de Savannah, pero sus demás hijas también la necesitan.

Cuando llegamos a la oficina todos ya sabían la noticia de nuestro compromiso, Alice subió una foto a sus redes mostrando mi mano con el anillo, cosa que causó mucho revuelo, Alice es muy conocida y una revista saco una nota anunciando el compromiso.

A nuestras oficinas llegaron muchos presentes por parte de otros abogados y de algunos clientes. Me siento realmente feliz de que todos lo sepan, aunque han de pensar que sucedió demasiado rápido, pero no saben nuestra historia.

El viernes por la tarde salimos antes de la oficina para asistir a la clínica de fertilidad, queríamos hacernos las pruebas necesarias y saber quién de las dos era apta para concebir.

—¿Estas nerviosa? —me pregunta Alice sujetando mi mano, mientras esperamos los resultados.

—Tú estás nerviosa —digo sonriendo.

No ha dejado de mover su pierna desde que nos sentamos aquí y se ha mordido el labio cada que escucha una puerta abrirse.

—Pueden pasar —dice una enfermera acercándose a nosotras y Alice es la primera en ponerse de pie y avanza por el pasillo olvidándose que no anda sola.

—¿Sabes que se necesitan dos? —le preguntó alcanzándola.

—Lo siento —se detiene y toma mi mano.

Entramos dónde nos espera la doctora con los resultados y tomamos asiento frente a ella, Alice aprieta mi mano con fuerza por los nervios y se disculpa cuando se da cuenta.

—Ambas son aptas para gestar —dice la doctora y nuestros ojos brillan de alegría.

A Alice le preocupaba que solo una de nosotras pudiera, ella quiere que ambas lo hagamos y estoy de acuerdo con ella, claro que primero tendría que ser una de nosotras dos.

—Ahora tienen que tomar la decisión de cuál de ustedes será la donante de óvulos y quién será la gestante, también tienen que elegir al donante del banco de esperma. —ambas nos volteamos a ver, pero necesitamos hablarlo primero.

—Creo que tenemos que hablarlo primero —dice Alice.

—Está bien, una vez que lo hayan decidido comenzaremos con el procedimiento. —dice la doctora.

Nos fuimos a casa para discutir sobre el tema, hablamos de los pros y de los contra, para decidir cuál de las dos lo haría primero, hablamos con Ari y Roxanne sobre el tema, eran las únicas que sabían lo que estábamos planeando y nos dieron sus opiniones. Al final de la noche tomamos la decisión, pero decidimos mantener en secreto quien de las dos sería.

Nos comunicamos con la doctora el lunes temprano y volvimos a visitar la clínica para comenzar con el procedimiento, la donante de óvulos tendría que inyectarse hormonas para generar más ovocitos y la otra igual tendría que tomar medicamentos para preparar su cuerpo. Elegimos al donante con características similares a una de nosotras dos y ese día comenzó nuestro proceso para convertirnos en madres.