CAPITULO 27

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OLIVIA


Sentir que perdería a Alice me dejo muy asustada, no fue tanto el hecho de matar a un hombre, si no el saber que si el disparaba daría directo a ella. Doy vueltas en la cama intentando dormir, pero no puedo, siento que Alice se remueve a mi lado y veo que tiene el ceño fruncido y al poner mi mano en su rostro siento que está sudando helado, la muevo, pero no reacciona, la atraigo a mi pecho envolviendo mis brazos a su alrededor.

-Amor despierta –digo moviendo su brazo. –Alice estas bien, solo es una pesadilla.

Ella comienza a negar y la aprieto con más fuerza, sus ojos se abren y su respiración es agitada.

-Estoy aquí amor –le doy un beso en la frente y se aferra a mi cuerpo.

Desde que regrese no había tenido pesadillas hasta hoy, paso mi mano por su espalda hasta que logra tranquilizarse.

- ¿Estas bien? –le pregunto y mueve su cabeza asintiendo.

-Soñé con mi madre –dice apenas audible.

- ¿Qué soñaste? –le pregunto metiendo mis manos en su cabello.

-En lo que sufrió para protegernos mientras estuvimos secuestradas, no quiero que siga sufriendo por protegernos, ella no se merece lo que el abuelo hace con ella –dice suspirando pesado.

-Tu lograras liberarla Alice, tendrás a tu madre de regreso –ella se acuesta a mi lado y me da un beso en la mejilla.

-Lo haré amor, la traeré conmigo –se da la vuelta y me pego a ella colando mi brazo en su cintura.

-Descansa, mañana tenemos que ir a la oficina –le digo y a los minutos puedo sentir su respiración calmada cuando se queda dormida.

Por la mañana me levanto muy temprano y saco a pasear a deimos por el vecindario, algunos a penas lo ven y se apartan, hacen bien, deimos ataca si ve que se acercan a Alice o a mí. Al regresar Alice sigue en la cama, me tiro sobre ella para despertarla dándole besos.

-Buenos días –le digo besando sus labios. –levántate o llegaremos tarde.

-Soy la jefa, nadie dirá nada –sonríe sin abrir sus ojos.

-Ya levántate, tenemos que reunirnos con Arianna –beso su cuello.

-Finge que aun duermo y sigue dándome besos –es tan consentida.

-Ya fue suficiente –me levanto y le quito las sabanas, tomo sus manos para levantarla.

-Bien –dice levantándose y mira la hora. - ¡Aún falta mucho! –dice volviéndose a la cama.

-Lo sé –vuelvo a tomar sus manos –pero quiero bañarme contigo.

- ¿Me despiertas por sexo? –pregunta entrecerrando sus ojos.

-Yo no dije eso –finjo inocencia y me quito la ropa frente a ella.

-Tienes un serio problema de ninfomanía –dice siguiéndome al baño.

-Tu eres la culpable –le digo entrando en la ducha.

Llegamos a la oficina con treinta minutos de retraso, pero como Alice dijo, es la jefa y nadie dice nada. Llegamos a nuestro piso y Laura ya está esperando con el café de Alice, es una adicta al café.

-Buenos días –saluda Laura con una sonrisa.

-Buenos días –respondemos las dos mientras caminamos por el pasillo.

-La abogada Becker la espera en su oficina –le dice Laura.

-Gracias –dice Alice.

-Voy a dejar mis cosas y te alcanzo –ella me detiene antes de alejarme y me da un beso.

NémesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora