Veinte y Siete.

368 58 13
                                    

—¿Lista?

Levanto la mirada de mi teléfono sonriendo en el proceso. Estoy lista.

¿Qué tan difícil puede ser?

He ido muchas veces a la ginecóloga. Muchas.

La única diferencia ahora es que iré para controlar mi embarazo.

Si... Mi embarazo.

Eso es nuevo. Estoy ansiosa.

—Si sabes que pase lo que pase, voy a estar feliz de estar contigo, ¿Verdad?

—Ya basta. —pellizco su brazo.— Nada de pase lo que pase. Estoy embarazada y ahora tienes que afrontar esto como el hombre que eres.

Su risita se escucha, me estiro a besar sus labios y sonrío.

—¿Qué te dijeron tus amigos acerca de que vamos a llegar tarde a la casa de campo?

—Que está bien, no están molestos por eso. —asegura.— Solamente quieren saber por qué vamos a tardar.

Me río llevando mis manos a mi vientre. Por supuesto que quiero gritarle al mundo que estoy embarazada.

Pero primero quiero estar segura de que es real. Muy segura.

Y más que nada quiero estar segura de que todo con mi bebé está y va a estar bien.

Lo que me pasó hace años no ha salido de mi mente. Y no va a salir.

Es obvio que en este embarazo voy a ser la mujer más cuidadosa del mundo.

Guardo mi teléfono y mi cargador en la maleta que vamos a llevar al viaje y finalmente sigo a Ruggero fuera de la habitación.

Estoy tan ansiosa...

Sea lo que sea que pase hoy, voy a estar feliz.

No importa el resultado de mi cita médica.

~~~~

Cierra la puerta del auto, me extiende el chocolate y hago un puchero antes de mirarle.

Él me sonríe y yo suelto en llanto.

Dije que estaría feliz pero es que... Ay no.

O sea, feliz si estoy pero es que me resulta imposible no ponerme a llorar. Odio esto.

Si estoy embarazada.

Pero la doctora dice que debí esperar un par de años para estarlo, hay la posibilidad de que el cáncer vuelva después del parto. O incluso durante el embarazo.

Lo que califica en automático a mi embarazo como uno de alto riesgo. Y si, estoy molesta y dolida.

Pero también estoy feliz.

Porque mientras todos esos riesgos no afecten la salud de mi bebé, yo voy a estar bien.

Voy a ser madre.

Después de tanto tiempo buscando serlo, por fin tengo la oportunidad.

Y es lindo porque ahora no tengo solo un hijo. Tengo dos.

—¿Mejor?

Ruggero me extiende la botella de agua y asiento dándome un tiempo de respirar profundo. Estoy mejor ahora.

—Es oficial. —sorbo mi nariz.— Estoy embarazada, mi amor.

—Y soy un hombre feliz. —me asegura dándome un beso.— Te amo mucho, mi reina hermosa.

Persona Equivocada, Momento Correcto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora