Tener a Imagine Dragons cantando a todo volumen a las seis de la mañana no era precisamente la manera más tranquila de despertar. Estaba cansado y no quería levantarme aún. Extendí mi brazo para posponer la alarma de Gally, volví a taparme para seguir durmiendo un poco más y me di cuenta del contacto directo entre las sábanas y mi piel.
No traía playera, lo que me pareció raro porque nunca he sido de los que duermen sin pijama. Giré mi cuerpo para cambiar de posición y choqué con un brazo que, obviamente, no era mío. Gabriel estaba acostado junto a mí y seguía durmiendo tranquilo a pesar del volumen tan alto de su celular.
Me senté en la cama y froté mis ojos con cuidado para espabilar un poco. Él también llevaba el torso descubierto y dormía bocabajo, lo que me permitió ver los arañazos que tenía por toda la espalda. Me acerqué para verlos mejor y pasé la yema de mis dedos sobre ellos, despertando a Gabriel.
—Buenos días, Corazón —dijo, con una voz más roca de lo usual—. ¿Cómo amaneció el chico más guapo del mundo?
Tomó mi mano y besó mis nudillos con ternura, mi cara volvió a arder igual que cada vez que me decía cosas así. Tan temprano y ya estaba perdiendo la cabeza por él, no puede ser.
—Buenos días, mi niño —respondí tras besar su cabeza.
Seguí mirando su espalda, preocupado por cómo se había lastimado así y de por qué no me había contado nada. Parecían sólo rasguños superficiales, pero incluso así me causaba inquietud.
—¿Qué te pasó en la espalda? —pregunté, tocándolo de nuevo.
—¿Es en serio? —rio— Tú me lo hiciste anoche, bobo.
Como si sus palabras fueran una especie de botón en mi memoria, los recuerdos de lo que había pasado la noche anterior regresaron a mí, cayendo como un chorro de agua fría. No pensé que le dejaría tantas marcas.
—Lo siento mucho, ¿te duele?
—Arde un poco, pero no duele —respondió—. En todo caso, soy yo quien lo lamenta. Al menos esto no se ve...
En ese momento no entendí lo que quiso decir, aunque tampoco es que me lo haya querido explicar con detalles, sólo se rio. Me levanté de la cama para bañarme antes de desayunar; el baño era enorme, tenía una tina más grande que la cama y un espejo de cuerpo completo. Paredes blancas y azulejos color gris.
Me bañé con agua fría para terminar de despertar, además, no estaba haciendo tanto frío como pensé que haría.
Al salir de la tina me sequé y comencé a vestirme. Antes de ponerme la playera, me detuve en el espejo para mirar mi reflejo. Con que a esto se refería él. Tenía tres marcas rojizas que formaban un triángulo raro sobre mi piel; dos en la base del cuello y otra más cerca del mentón.
Salí del baño con prisa y volví con Gabriel para reclamarle, pero lo único que conseguí fue una disculpa a medias que no parecía muy sincera, ya que él no paraba de reír.
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Siempre fuiste tú
Roman d'amourDos enamorados, una búsqueda y un destino que ninguno de los dos supo evitar. "De todas las canciones que podrías tocar, mi melodía favorita siempre fuiste tú" ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Alan es un chico que desde pequeño adoraba la m...