Hace media hora que Gabriel me dejó a galleta para cuidarla y la pobre no deja de llorar, creo que se encariñó de él. Hoy mi mamá no fue a trabajar porque es fin de semana, lleva todo el día pidiéndome que aliste mis cosas porque en casa de mi abuela hace mucho frío.
—Debes llevar un suéter puesto y otro más en tu mochila —dijo mamá, yendo de un lado de la casa a otro—, y no vayas a dejar tu sombrilla, acuérdate que llueve mucho allá.
Yo solo asentía con la cabeza para no molestarla. Cuando estaba apurada o estresada era mejor no contestarle nada porque podía enojarse fácilmente, además, si algo había aprendido era que no le gustaba que nadie le llevara la contraria. La opción más segura era esperar a que se relajara, o cuando menos que dejara de gritar.
Cuando llegó la hora de irnos, tomé la mochila que había preparado y me la puse en la espalda, para así poder llevarme a Galleta en los brazos. Subí al auto de mi mamá y me despedí de Celia por la ventana, Galleta se durmió a mi lado y mi mamá encendió la radio.
—¿Trajiste el regalo para tu abuela? —preguntó ella sin despegar la vista del camino.
—Sí, aquí está —dije con la caja sobre mis piernas.
—Bien, recuerda decirle que es de tu parte.
Era el cumpleaños de mi abuela, todos los años viajábamos hasta el otro lado de la ciudad para visitarla y a veces Gally nos acompañaba.
Ella es muy simpática y era lindo visitarla, aunque hubiera preferido quedarme en casa antes que ver novelas toda la tarde.
Durante el camino, mi mamá iba contándome sobre las personas que iban a estar en la fiesta. Ella acostumbraba a hablarme durante los viajes largos para que yo no me aburriera, pero esta vez ni siquiera le estaba prestando atención por mirar fuera.
—¡Alan! —gritó mi mamá, mirándome por el retrovisor—, ¿me estas escuchando?
—¿Eh-? S-sí, sí te escucho —respondí torpemente.
—A ver, ¿qué te dije?
Me quedé en silencio. Había dejado de prestarle atención desde tres cuadras atrás, mis pensamientos estaban plagados de Rachel y Gabriel, no le había mencionado a Gally lo de fingir ser el novio de Rachel y seguro estaría molesto. No podía pensar en nada más.
—Te dije que quiero que te comportes, siempre me haces lo mismo —siguió mamá—. Te sientas en la esquina como si te hubieran regañado y te separas de todos dejándome en vergüenza.
—Mamá, sabes que no es...
—No, no, no. No quiero excusas, Alan.
Decidí dejar de contestarle porque empezaba a fruncir el ceño, giré mi cabeza hacia la ventana y seguí mirando cómo los árboles pasaban a nuestro lado.
Tras tres horas de viaje llegamos a la casa de mi abuela, las flores en su patio nos recibían con calidez y la falta de personas era relajante. Ella vivía en un lugar al que no podía llamarse campo o ciudad, era un poco de ambos.
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Siempre fuiste tú
RomansaDos enamorados, una búsqueda y un destino que ninguno de los dos supo evitar. "De todas las canciones que podrías tocar, mi melodía favorita siempre fuiste tú" ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Alan es un chico que desde pequeño adoraba la m...