𝐈𝐈𝐈 ⚜

73 9 4
                                    

Hunde los dientes en la carne y no suelta el agarre hasta que esta se desprende del hueso.

Ha apartado el cuchillo y el tenedor hace muchos minutos, y una vez que se cansa de jugar la baza del elitismo y se da cuenta de que está sola, se sirve más carne y se la come con las manos.
Siempre le gustó la carne. Siempre le gustó ensuciarse cuando nadie la veía, jactarse del placer salado de la carne en su punto cuando sus dientes se abrían paso más allá del asqueroso cartílago en el jugoso músculo veteado de finos hilos de la grasa con su delicioso sabor agridulce que hacía que la boca de Marie White se hiciera agua.

Muerde con tanta fuerza el hueso entre sus labios de clavel, que este cede a sus dientes y la parte más dura de la carne se deshace en su lengua con la emulsión de pimienta que ha cocinado para acompañarlo. Se termina la copa de vino tinto como si fuera agua y jadea con gula cuando no le da tiempo a respirar y tragar a la vez. Marie no recuerda haber pasado tanta maldita hambre en su vida.

Su lechuza arrulla detrás de ella y Marie se acerca con los huesos a que el hermoso animal picotee la carne que quede, y el tuétano restante de los trozos más crudos. Se ensucia las manos con los hígados restantes cuando se los da de comer al pájaro, y observa la forma en que la sangre se desliza por las tiernas ramificaciones de su piel de nieve.

⠀⠀⠀-Más.

⠀⠀⠀-Ya has comido tres trozos.

Marie ni siquiera tuvo que rebatir. Subaru le trajo más carne sin que ella tuviera que mover un dedo. Era conocimiento general que las White odiaban a Subaru, Marie más que Annelise. Pero Marie de alguna manera siempre se afirmó superior a él, el efecto que Subaru conseguía golpeando una pared, Marie lo conseguía dejando de comer por dos segundos y desviando los ojos hacia cualquiera que ella quisiera intimidar, y entonces sonreía, y el desgraciado o desgraciada en cuestión dejaba de hacer lo que fuera que estuviera haciendo, como si la sonrisa de Marie se hubiera convertido en un automático signo de misericordia que la joven tenía con aquellos que la molestaban.

La manipulación de Marie era cuanto menos sutil. Cada vez que alguien se disculpara con ella por cualquier nimiedad, ella respondería con un "gracias" jamás le quitaba importancia a aquello que la molestara, por pequeño que fuera.
Y así había sido con Subaru. Él se guardaba de hacer cualquier cosa que pudiera desatar una mirada dura en Marie. Cada persona que cruzaba caminos con la joven presenciaba una grotesca jerarquía con leyes de poder impartidas por ella misma sin que tuviera que abrir la boca. Marie White jamás se jactó de ser poderosa.

Lo cierto es que ella en absoluto era seria, intimidante, ruda, condescendiente, fría, sarcástica... en absoluto.
Quien se enfrentaba con Marie solo lo hacía una vez.
Era, es y será la eterna imagen de la más absoluta y enfermiza dulzura.

⠀⠀⠀-Mi padre acabará enterándose.

⠀⠀⠀-¿Sabes que las lechuzas no hacen ningún ruido al volar? Siempre he pensado que eso debe ser tremendamente útil para cazar de noche...

⠀⠀⠀-Marie, hablo en serio.

Ella ni siquiera lo mira. Continúa despezadando con sus dedos uno a uno los pequeños higadillos que le va cediendo al ave, manteniendo la puerta de la jaula de latón Art Nouveau completamente abierta. El pájaro no la pica, no trata de escapar, ni siquiera se coloca para recibir la carne, frota su pico ensangrentado contra el dorso del dedo de Marie para mostrar su agradecimiento.

⠀⠀⠀-La estructura de plumas las ayuda a reducir la fricción del aire, lo que causa el ruido del vuelo. Los aleteos son lo suficientemente esponjosos como para que el corte del aire no se oiga.

⠀⠀⠀-Si mi padre se entera de lo que le pasa a tu hermana, estaremos perdidos. Esta mañana he visto un murciélago blanco en la ventana de Yui. Creo que no era nada, pero deberíamos estar alerta. No sé qué decirle a los demás.

⠀⠀⠀-Además solo comen carne cruda, engullen su comida. Dejan el pelo y el pellejo. Supongo que es porque no lo pueden digerir...

Subaru se ha cansado, está tan frustrado que casi se quiere echar a llorar.

⠀⠀⠀-¡Marie, por favor!

⠀⠀⠀-Una vez leí que son muy fieles a la pareja que escogen. Me pregunto si son conscientes de lo que significa la muerte frente a un vínculo tan profund-...

El vampiro no aguanta más y asesta un puñetazo a la pared frente a Marie que resquebraja la cobertura del muro. La lechuza aletea nerviosa y asustada, pero Marie solo le frota el pico suavemente para calmarla, y traza círculos pequeños entre sus alas. La mirada de Marie, desprovista de su dulzura arquitectónica ahora está vacía, y sin nada que cubra la personalidad afótica y abismal que reposa más allá de sus pupilas.

Las entrañas de Subaru se encojen.
Marie White simplemente sonríe.

⠀⠀⠀-Tengo que irme, llego tarde a un ensayo.

La lechuza se posa en su hombro y extiende las alas blancas tras su cabeza rubia para acomodarse sin arañar su espalda o su pelo. Los puños de Subaru tiemblan y hormiguean de dolor frío del impacto de sus nudillos contra el ladrillo arenoso y polvoriento. El plato con seis pedazos de carne, cubiertos de plata y la copa de vino vacía aún están en la mesa cuando Marie White se va.

.
.
.
.
.

Marie White ha encontrado un vestido de boda y una sombrilla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Marie White ha encontrado un vestido de boda y una sombrilla. Annelise cree que son de Louisiana, pero Marie no sabe quién es esa mujer.
Fotografiada por Annelise White.
27 de agosto de 1996
Aix en Provence

𝐒𝐢𝐥𝐯𝐞𝐫 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝𝐥𝐢𝐧𝐞 ⚜ 𝐃𝐢𝐚𝐛𝐨𝐥𝐢𝐤 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 𝐱 𝐎𝐜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora