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Arthur White cumplió cuarenta y cinco ayer.

Pero se considera demasiado viejo como para tener que soportar los comentarios pedantes y altaneros de este hombre extranjero delante de él. Ha visto mucho, ha visto arcángeles, humanos, demonios, hijos de estos arcángeles e hijos de estos demonios, verdaderamente espera que esta entrevista no se alargue demasiado, no quiere tener que utilizar ninguno de sus ases en la manga, ni tampoco nada que vaya en contra de sus principios. Una pequeña sonrisa socarrona se hace presente en sus labios cuando piensa que Annie habría sacrificado cualquier pieza que tuviera a mano para salir de esa situación, y Marie habría quemado todos sus libros de sociología y ciencia política para por el mismo motivo.

⠀⠀⠀-¿Puedo ofrecerle un té, señor White? Tengo entendido que en Múnich el té no es precisamente la bebida estrella.

⠀⠀⠀-Usted ha ido poco a Múnich. ¿Eh?

Las cejas blancas de su interlocutor se fruncen ante la postura inquisidora y a la vez profundamente tranquila de Arthur. Tiene el mismo semblante que un león que deja que la gacela juegue con su cría antes de matarlas a las dos. Como un gorrión frente a un caimán que se burla de sus feas escamas presumiendo sus plumas pardas solo para echar al vuelo una vez que el caimán decida castigarlo. Pero Arthur White no es ningún león ni ningún pájaro. Arthur White es el hermano de una mujer asesinada y el tío de una niña maldita, ambas desgracias debidas a su contrincante de ajedrez.

⠀⠀⠀-Devuélveme a mi hija.

⠀⠀⠀-Annelise White no es tu hija.

⠀⠀⠀-Marie White es mi hija.

El hombre sonríe y captura uno de sus caballos, Arthur amenaza a su caballo de rey rápidamente, pareciera que lo hace sin pensar si quiera los movimientos que está haciendo.

⠀⠀⠀-¿Y tu sobrina?

Arthur White sonríe con malicia y le mira a través de su ceño fruncido y sus espesas pestañas caoba. Hay una tranquilidad familiar en su sonrisa cuando no le mira al despegar los labios.

⠀⠀⠀-La próxima vez que nombres a mi sobrina, Tougo, te juro que será la última vez que puedas hablar.

Arthur suelta la pieza con un movimiento seco y procede a incorporarse para esperar a que él mueva. Las pupilas de Tougo se empequeñecen y este se echa a reír unos segundos después de procesar la amenaza de Arthur. El vampiro bromea.

⠀⠀⠀-Valoro mucho mi capacidad de hablar.

⠀⠀⠀-Procura valorar también la de callar.

Tougo se divierte a la par que se asombra con las estocadas que Arthur le propicia, casi puede deducir que tipo de ajedrecista y esgrimista es con solo analizar la forma en la que debate; cortando las incongruencias de raíz antes de que conviertan en falacia. Tougo sabe que Arthur está dolido, sabe que lo culpa de todos los males de su vida y por supuesto, lo culpa de la muerte de su hermana y de la enfermedad de su sobrina.
Al fin y al cabo, él fue quien causó ambas. Se pregunta acaso si Annelise lo sabe, si sabe la razón por la que a veces sus músculos no responden, o la razón por la que puede pasar dos días enteros durmiendo, por qué a veces deja de ver de uno de sus ojos, porque está tan pálida y cansada siempre... Tougo sonríe con suficiencia, este pobre hombre tiene todo el derecho de querer matarlo.

⠀⠀⠀-Eres consciente de que tendrías una nación entera en tu contra, ¿Verdad?

⠀⠀⠀-Mi sobrina podría pincharse el dedo con una rosa y esa sería la cantidad de sangre necesaria para asesinar a tu nación.

Arthur sonríe volviendo a mover después de que Tougo intentara hacerle un bloqueo rey reina, del que fácilmente consiguió salir colocando un en medio que además atacaba la propia reina de Tougo. Cuando terminó la jugada se recostó en la butaca y cruzó los pies sobre su escritorio cerrando los ojos relajado.

⠀⠀⠀-Además, Marie es muy posesiva con su hermana... por no hablar de tu hijo.

⠀⠀⠀-¿Mi hijo?

⠀⠀⠀-El tercero. No ha tenido muchos referentes óptimos paternos o maternos, ¿No es cierto? Es eso lo que ocurre cuando no das de comer a tus propios perros de caza...

⠀⠀⠀-¿Y qué es lo que pasa, Arthur?

Tougo pregunta con furia escondida tras su sonrisa siniestra, mientras se ve perder contra un gambito de rey. Arthur fue quien lo inició, si por Tougo hubiera sido, habría jugado una apertura francesa simple o una italiana cómoda, o un desarrollo fluido de sistema de Londres o una variante de Alekhine, que siempre era divertido; pero Arthur se había lanzado a la apertura más agresiva que tenía, que dominaba. Una apertura bastante antigua que llegaba requerir muchos sacrificios.

⠀⠀⠀-Que te devoran a ti, obviamente.

Tougo sonríe de nuevo, a veces disfruta de la altanería de los humanos, pero de la de Arthur disfruta más.

⠀⠀⠀-Estoy mate en tres jugadas, Arthur. ¿No me lo vas a decir? En la facultad te traías a tu gato a ver tus propias partidas, e incluso le explicabas al gato lo que ibas a hacer al oído. ¿Dónde está todo ese orgullo ahora?

⠀⠀⠀-La edad, Tougo, supongo.

Tougo sonríe aún más cuando desmantela la jugada de Arthur en pocos movimientos, que obligan al White a adoptar una postura pasiva en el tablero, las blancas se ven acorraladas cuando Tougo comienza a sacrificar caballos y alfiles como si tuviera siete, Arthur no dice una sola palabra cuando Tougo termina su retahíla de jugadas, acorralando al rey y a los alfiles de Arthur con un caballo, un peón y una torre.

⠀⠀⠀-¿Y si tu plan fracasa, Arthur? No sería la primera vez. Eres el humano más brillante que he conocido, y eres mucho más inteligente que cualquier fundador con el que me haya topado pero... todavía sangras rojo cuando te cortas. ¿No es así?

Arthur White solo alza la mirada y sonríe para mover un peón; un peón blanco inofensivo que había cruzado el tablero solapándose con sus anteriores ataques para dar en la última fila de casillas para promocionar una reina.

⠀⠀⠀-También soy más inteligente que tú, Tougo.

Una reina, otros cuatro peones, dos alfiles contra un peón, un caballo y una torre hacen que Tougo vuelva a reír y comience a recoger las piezas, dando por perdida la partida y el trato que había vendido a proponerle a Arthur.
La guerra se había declarado.

⠀⠀⠀-Desaparece de mi despacho, tengo una tutoría de álgebra en cinco minutos.

Unos segundos después, Arthur White está completamente solo en el despacho de la Facultad de Matemáticas de Ámsterdam.

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Arthur White llegando tarde a la exposición de su trabajo de fin de grado

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Arthur White llegando tarde a la exposición de su trabajo de fin de grado.
Fue la mejor nota de su promoción.
Arthur no quiere contar quién lo fotografió.
3 de junio de 1982.

Ámsterdam

𝐒𝐢𝐥𝐯𝐞𝐫 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝𝐥𝐢𝐧𝐞 ⚜ 𝐃𝐢𝐚𝐛𝐨𝐥𝐢𝐤 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 𝐱 𝐎𝐜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora