𝐈𝐗⚜

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⠀⠀⠀-Vete de aquí. No quiero verte.

⠀⠀⠀-¿Ni siquiera me vas a mirar a los ojos?

⠀⠀⠀-LARGO.

Annelise no sabe quién es el hombre joven y alto que hay parado en la habitación de su tío, pero jamás le ha visto tan enfadado. Traga saliva y lo mira contrariada. No sabe quién es y no le importa. Los enemigos de su tío también son sus enemigos.

Jamás había visto a Arthur mirar con odio a alguien, ese hombre pálido se lleva la mirada más cargada de desprecio que Arthur alguna vez pudo conjurar. Casi le asusta cuando se gira a mirarla y el odio aún no se ha disipado de sus ojos.

⠀⠀⠀-La estás asustando.

⠀⠀⠀-¿Ahora te importa? Llegas nueve años tarde. -Annelise siente como si toda su sangre se cambiara por vinagre, su cuerpo se queda frío. La mirada iridiscente de la pequeña se dirige a su tío, tirado en la cama con la pierna rota escayolada en alto.

⠀⠀⠀-¿Quién es? -Los nudillos de Arthur tiemblan tanto como su voz. -¿Me conoce?

⠀⠀⠀-Alguien sin importancia. -Arthur susurra con una quietud amarga. Sus ojos turquesa se vuelven lúgubres cuando hace salir a Annelise de la habitación, y ella obedeció hasta tal punto, que ni siquiera quiso quedarse a escuchar. -Ni siquiera sabe el día que naciste.

⠀⠀⠀-El once de noviembre de 1991. Lunes. Le dijiste a Amélie que sería una niña feliz porque la luna le sonreía. -Arthur lo miraba como si fuera a estrangularlo con la mirada. Antes de que pudiera decir nada en absoluto, el único hijo vivo de Louisianna White levanta la mano para prohibirle el habla al muchacho de veintitantos, y Annelise contiene la respiración.

⠀⠀⠀-Déjanos a solas, cariño. -Annie se ve obligada a alejar las manos de la manta que cubre la cama de su tío y desaparece detrás del umbral de la puerta, con sus pies silenciosos escapándose a cualquier lugar donde no pueda escuchar gritar a Arthur, por mucho que quisiera enterarse de quién es ese hombre. Pero no pasa nada, Arthur se lo contará después.

Arthur siempre se lo cuenta todo.

⠀⠀⠀-Eres miserable, Radueriel. -Los ojos del ángel caído se encienden y alza la barbilla con la poca resistencia que le queda a su alma, encajando aquellas palabras lo mejor que puede.

⠀⠀⠀-Y tú eres un ignorante y un mezquino. Amélie era el amor de mi vida, Arthur.

⠀⠀⠀-Amélie era mi vida. -El hombre sisea, incorporándose en la cama con un fuerte dolor en la espalda. Su voz suena ronca y sombría, pero Radueriel no retrocede, es más, avanza. -Y deja de usar mi nombre, condenado.

Sus pulmones silban cuando la ira se mezcla con su sangre. Su paciencia y su rencor libran se baten en duelo más allá de los ojos moteados de White, y casi parece que le salen más canas de las sienes.

⠀⠀⠀-Definitivamente eres la criatura más ruin que conozco. -Otro golpe bajo.

Arthur tenía una manera de herir extremadamente furtiva. O quizás no. Quizás solo estaba diciendo todo aquello sin pensar, dejando salir su enfado. Quizá Arthur no pretendiera desgarrar lo poco que quedaba de su alma con aquellas palabras, pero desde luego, así lo sintió Radueriel.

El ángel caído ladea la cabeza y suspira. La respiración de Arthur se mantiene errática, siente sus ojos clavados en su garganta.

⠀⠀⠀-Unas palabras un tanto crueles.

⠀⠀⠀-Nada que no te merezcas.

⠀⠀⠀-¿También me merecía que me prohibieras verla el día que nació? -Comenta, y casi desea sentarse solo para que Arthur no tenga que incorporarse en la cama y alzar su cuello para mirarle. -¿También me merecía que no me permitieras poner un pie en el funeral?

𝐒𝐢𝐥𝐯𝐞𝐫 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝𝐥𝐢𝐧𝐞 ⚜ 𝐃𝐢𝐚𝐛𝐨𝐥𝐢𝐤 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 𝐱 𝐎𝐜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora