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⚜⠀⠀⠀-Ven aquí, princesa.
Marie lleva cinco años viviendo con los White, cinco años teniendo apellido, y en esos cinco años, Louisianna había tenido mil nominativos para ella, pero ¿Princesa? Nunca. De hecho, tuvo que alzar su cabeza de la partitura y apartar los labios del metal de la flauta y mirar alrededor en caso de que Annelise estuviera por ahí, pero si Louisianna hubiera llamado así a Annelise, ella no habría bajado de su cuarto hasta después de cenar.
⠀⠀⠀-Te estoy hablando a ti, pequeña desgarbada.
Ese tipo de comentarios le duelen. Lo cierto es que le duelen una barbaridad porque se esfuerza mucho en encontrar su sitio en esa casa, y la anciana parece determinada a apartarla de cada casilla en la que Marie decide asentarse. Tiene once años, y ya siente que ha tenido que hacer algo lo suficientemente horrible como para que alguien tan serena la odie de esa forma.
⠀⠀⠀-No soy desgarbada. Soy muy ágil y muy flexible y muy rápida. - "y..., y..., y..." la yuxtaposición de sus virtudes no iba a servir de nada contra una persona que no la quería.
⠀⠀⠀-Eso es porque eres una niña delgaducha y callejera. Si no hubieras sido la mitad de ágil que eres, estarías muerta. -clava sus uñar mordidas en sus palmas hasta que se hace daño y se esfuerza para no dar una mala contestación. Lo último que quiere es decir cualquier cosa contra la madre de Arthur y que él se enfadase con ella y la echara.
Arthur nunca habría permitido una sola mala mirada contra la niña en primer lugar.
⠀⠀⠀-No soy callejera. Tengo un padre y una madre en alguna parte del mundo.
⠀⠀⠀-¿Y por qué no han venido a buscarte?
Louisianna se calla cuando ve que la niña hace frunce sus labios y se contiene para no echarse a llorar. Pero las lágrimas le llenan los ojitos azul oscuro y se resbalan por sus mejillas rosadas con gruesos goterones que le caen de la barbilla a las muñecas llenas de arañones y cicatrices, y se las intenta secar de manera patética y torpe, porque las lágrimas no dejan de salir.
Y Louisianna se siente culpable. Esa niña es preciosa hasta cuando llora.
Más de uno la hará llorar adrede solo para comprobar la satisfacción de verla romperse. Ella no quiere sumarse a esa lista, también ha sido una niña bonita que lloraba.
⠀⠀⠀-No llores, princesa. No te tiene que importar lo que diga alguien tan vieja como yo de ti. Ven aquí, te pones muy feúcha cuando lloras. -Marie comenzó a asfixiarse y a hipar, secándose las lágrimas con las mangas de su jerseycito azul marino de cachemir.
⠀⠀⠀-Venga, perdóname. Lo siento mucho. No es necesario que llores, solo me estaba metiendo contigo. No lo volveré a hacer para que no te salgan arrugas en la frente.
Lou llevaba meses observando a esa niña huérfana. Come demasiado poco. Entrena demasiado. Lee demasiado. Sueña demasiado. Y eso es peligroso. Una mujer no puede tener la cabeza en las nubes, y menos una que ha conocido la pobreza como ella, que ha conocido la belleza como ella. Con suerte, esa niña desgarbada crecerá y será lo único que sirva para algo más que para hundir la nariz en los libros.
⠀⠀⠀-¡No te perdono! -Sollozaba mientras Louisianna le limpiaba las lágrimas con un pañuelo bordado, y trataba de no reírse de la cómica escena que Marie hacía tratando de no llorar, hablar coherentemente y limpiarse las lágrimas a la vez. -¡Nunca me dices cosas buenas como a Annelise o a Arthur, y siempre me miras de arriba abajo como si fuera un perro verde! ¡No te perdono ni ahora ni nunca, abuela!
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FanficLas hermanas White se sitúan en la cumbre de la aristocracia intelectual europea. Ambas jóvenes encarnan todas las virtudes que deberÃan tener a su edad; belleza, talento, inteligencia, determinación y una educación impecable. Annelise White es la...