Las hermanas White se sitúan en la cumbre de la aristocracia intelectual europea. Ambas jóvenes encarnan todas las virtudes que deberían tener a su edad; belleza, talento, inteligencia, determinación y una educación impecable.
Annelise White es la...
En primer lugar; era una tremenda pseudociencia que un par de filósofos y psicólogos de pacotilla sesgados habían tratado de mantener a flote gracias a medias verdades, bulos y mitos sobre la mente humana, y, en segundo lugar: no importaba cuánto asegurase un paciente estar completamente cuerdo; si un psicólogo no confiaba en él, ese paciente era diagnosticado con la más absoluta locura.
Hablar con Ryu Sasaki se sentía exactamente igual.
Hace su mejor esfuerzo por esconder lo mucho que le tiemblan las manos. Si Akira no estuviera ahí, sentiría miedo. Aún más teniendo en cuenta lo que está a punto de hacer. Akira parece demasiado cerca de un colapso por frustración, sabe que lo último que necesita es que ella y su hermano empiecen a discutir por algo tan nimio y tan obvio como dejarla morir. La albina no dice nada mientras cruza los brazos y cierra los ojos, para calmarse a la vez que trata de descifrar las intenciones detrás de lo que parece ser una mera provocación de ira.
⠀⠀⠀—Es un plan suicida. Además…
⠀⠀⠀—Además ¿Qué? —Susurra con la extraña aleación de un ruego y una mueca de rencor. Akira abre los ojos y la mira, la rubia hace todo lo posible por no devolverle la mirada, porque en el momento en el que eso ocurra, Marie sabe que va a derrumbarse.
No hay más que un camino. Así se lo han anunciado los Sasaki. Karlheinz vendrá a secuestrarla y a usarla como un chantaje contra Akira y Arthur. Y ellos pueden evitarlo o no. La idea de ayudar a Annelise aprovechando su cautiverio manipulando a Karlheinz, fue algo que apareció en su cabeza con el peso de una galaxia.
Sabe lo que Ryu va a decir. Sabe que él desconfía de ella y que cree que los entregará a él y a Akira si Karlheinz le ofrece una cura para su hermana. Y que la única forma en la que Marie no aceptaría aquella oferta, sería si dicha oferta pareciese una mentira, algo que a Marie se le daba bastante bien identificar. Pero Ryu está seguro de que en caso contrario. Marie los traicionaría una vez tras otra. El hecho es lo suficientemente doloroso como para que Marie lo fulmine con una mirada cargada de rencor, pero sabe que no importa cuánto se esfuerce por probar su confiabilidad, cualquier cosa que ella diga solo será proyectado en la mente de Ryu como algo que ella próximamente usará en su contra, así que simplemente decide no mirarle.
Akira pone orden antes de que la ira comience a latir desmesuradamente en las venas del cuello de su hermano, que parece sostener la mirada de la humana con una calma tan inquietante como la suya propia, sin embargo, sabe que su calma es falsa, Marie siente que está operando a corazón abierto, un paso en falso y su propia imagen pisará una mina delante de Akira para que Ryu la descuartice ante el menor atisbo de debilidad que muestre.
