『ɴᴜᴇsᴛʀᴏ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ』

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La noche paso de manera rápida, sin nada verdaderamente relevante. Nada que llame la atención. Había ido a aquél lugar a petición de sus amigos, quienes insistieron en que debía salir un poco más, y que una simple noche ni haría nada de malo.

Estaba sentado en la misma silla en la que se sentó al llegar, mirando como varias personas bailaban. A ellos se unieron Momo y Uraraka, quienes ya parecían estar borrachas. Izuku estaba en la barra pidiendo una bebida para él, Lida y el peliverde. Durante el tiempo que estuvo ahí pudo divisar una cabellera ceniza que ya conocía, y le sorprendió un poco. Simplemente lo ignoró.

El peliverde al ya estar de vuelta le llevo una bebida, y también a Lida, quién al principio dijo que no era muy buena idea beber, pero termino cediendo.

Nada fuera de no normal había pasado, y agradece eso, ya que no quiere problemas, solo tranquilidad. Pronto ambos amigos suyos también cayeron en la borrachera, yéndose los dos a bailar. Sonrió al ver la graciosa escena de Izuku bailando con Ochako. Pero lo que si le sorprendió fue ver a Momo con Jirou, una de las integrantes del Bakusquad. Supuso que no era nada, y no le prestó mucha atención.

- Oí, bastardo -escuchó el llamado a sus espaldas, y se volteó mirando al cenizo que antes había visto ahí. Se sentó a su lado sin permiso, lo cual le hizo suspirar-, ¿qué haces en un lugar cómo éste? Creí que no te gustaban este tipo de cosas.

- Mis amigos insistieron en que viniera, ¿y tú que haces aquí? -preguntó alzando una ceja.

- Tks... Estaba aburrido y ya -desvío la mirada a otro lado.

El bicolor miró extrañado eso, pero poco le importó, solo continuó bebiendo con tranquilidad. Le resultaba confuso que Bakugō fuera dónde él, se supone que son rivales, y no deben estar todo el tiempo juntos, además, el rubio vino con sus amigos ¿por qué no iba con ellos en vez de con él?.

"Tal vez solo quiere molestarme... Seguro es eso, sabiendo que estoy solo debería ser eso fácil para él. Mucho más si me quiere provocar como la otra vez en los baños" pensó dando un sorbo al vaso de cristal.

Katsuki notó como el bicolor se perdía en sus pensamientos, y solo se preguntó en que tanto pensaba. No es que fuera entrometido, sino que no acostumbra ver así de pensativo a Todoroki. Suspiró y volteo a ver a sus amigos, que estaban hablando de cualquier babosada mientras bebían. Son un par de anormales.

- Hey, bastardo ¿quieres bailar? -preguntó mirando directamente al otro, quién hacia una cara de confusión.

- ¿Contigo? -bufó ante eso.

- ¿Ves a alguien más aquí?

Pareció pensarlo unos minutos. De todos modos, estaba seguro de que Bakugō no le haría nada en medio de un bar lleno de personas, así que accedió. Yendo ambos a bailar.
Sus cuerpos se movían al ritmo de la música, mientras Katsuki sonreía por lo inexperto que era Shōto al bailar, y éste solo se dedicaba a hacer pucheros.

Poco a poco bailaron un poco más pegados, mientras sus cuerpos chocaban con disimulo. La mayoría de las personas de ahí los miraban sorprendidos, no era nada normal ver a dos chicos bailar tan bien.

Las caderas de Todoroki se movían sensualmente sin notarlo. Bakugō pasaba sus manos por si cintura, apegando "accidentalmente" su intimidad con el trasero del bicolor por sobre la ropa, aunque éste ni cuenta se dio. Sus respiraciones chocaban de vez en cuándo, a lo cuál no le tomaron mucha importancia.
La música se estaba acabando, dando a entender que faltaba poco para terminar aquél baile, uno que definitivamente iban a recordar. Sus frentes se unieron, mientras se veían a los ojos, perdiéndose en ellos.

Cuándo el sonido de la música se detuvo, indicó que ya habían terminado, por lo que se separaron con lentitud. Suspirando en el proceso. Sonriendo el uno al otro, escuchando los silbidos de algunas personas y volviendo a la realidad. Abrieron los ojos en grande. Bakugō vio como su squad incluso aplaudía con sonrisas pícaras. Y Todoroki vio a sus amigos con los ceños fruncidos, se notaban enojados por lo que vieron. Mucho más Midoriya, quién enseguida se fue, seguido por Lida, Ochako y Tsuyu. Dejando únicamente ahí a Momo, quién le miro normal, con una sonrisa.

De repente su semblante cambio, y se dirigió dónde Yaoyorozu, agarrándola de la mano para que ambos se fuesen de allí, dejando algo confundido a Katsuki.

Ahora mismo solo quería irse a casa por la estupidez que hizo justo frente a sus amigos. Por suerte tenía a Yaoyorozu como apoyo.

- Todoroki-san, ¿estás bien? -preguntó la pelinegra siguiéndole el paso, tratando de ir a su lado.

El bicolor volteó, viéndola con el ceño ligeramente fruncido. Lo cuál hizo que la chica entendiera porque estaba así.

- ¿Estás enojado por lo del baile? Si es así, creeme que te apoyo, no me voy a enfadar contigo. Yo también bailé con Kyoka, y me gustó. Estoy segura que a ti también te gusto bailar con Bakugō -habló sin rodeos.

- ¿Por qué crees que me gustó?

- Vi tu sonrisa, al terminar de bailar sonreírse con sinceridad. No con falsedad, por lo que sé que te gustó. Y seguro a él también, no te preocupes -aseguro, sonriendo, y caminando nuevamente hacia casa de Todoroki-, te acompañaré hasta tu casa si quieres -recibió un asentimiento, y ambos amigos caminaron a la residencia Todoroki con tranquilidad.

- ¡SHŌTOOOOOOO!

Se tapó los oídos mientras rodaba los ojos, le sonrió nervioso a su amiga, y ella hizo lo mismo, para luego despedirse e irse a su casa. Cerró la puerta y caminó hasta la sala, dónde le esperaba su papá de brazos cruzados.

- ¿Pasa algo, papá? -preguntó fingiendo inocencia, viendo como el mayor fruncía el ceño.

- ¿Me puedes decir dónde estabas?

- Salí con mis amigos un rato, le pedí permiso a mamá y ella me dijo que podía, no tienes de que preocuparte. Ahora si me disculpas, debo irme a dormir -sonrió, dándose la vuelta para subir las escaleras, viendo como su padre refufuñaba.