『ɴᴜᴇsᴛʀᴏ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ』

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Todoroki ha estado buscando incansablemente a Bakugou por todas partes, incluso preguntó a sus amigos dónde estaba, pero ellos no respondieron, simplemente diciendo que se había desaparecido luego del receso. Eso le extrañó, pero aún así siguió buscando. Hasta que finalmente lo encontró jugando en la cancha frente a la playa.

—Katsuki.

Él volteó con una expresión de enojo, misma expresión que cambió totalmente al ver de quién se trataba.

—¿Ocurre algo, bonito? —sostuvo el balón en sus manos, mirándolo con detenimiento.

—Te estuve buscando todo el día... La pregunta es, ¿qué te ocurre a tí? ¿Te encuentras bien?

—Totalmente.

—Pues no lo parece. Nunca desapareces sin avisar —observó, frunciendo el ceño.

—Simplemente quise marcharme, no tenía ánimos de seguir soportando a todos esos idiotas.

Suspiró resignado, sin protestar.

—Bien, supongo que está bien...

El silencio reinó en la cancha, incomodando un poco a ambos chicos. Shouto se dedicó a mirar fuera de la cancha, intentando ignorar el incómodo ambiente. Mientras que Katsuki comenzó a rebotar el balón debajo de sus manos.

—¿Te gustaría... jugar un partido conmigo? —cuestiona él, sin dirigirle la mirada.

Shouto abrió ligeramente los ojos, sorprendido. Sin embargo, simplemente sonrió con emoción y asintió en su dirección, acercándose.

—Solo... te advierto que no sé jugar muy bien.

—Eso no importa, solamente es un tonto juego, después de todo. No hay reglas —le dió una sonrisa genuina, lanzándole con cuidado el balón.

Bueno, al menos podrían divertirse un rato.

(...)

—Casi gané... —susurró Shouto con una mueca en su rostro, hundiendo el ceño.

—Consideralo una venganza por ganarme en el arcade aquella vez —se rió, caminando a su lado con calma.

—Comienzo a creer que realmente puedes llegar a ser alguien rencoroso —comentó, mirándolo de reojo con una mirada exhausta.

—Ah, es que no me gusta perder. Pero no te preocupes, ya volverás a ganar.

La respuesta del cenizo provocó una sonrisa amplia en sus labios, negando ligeramente con la cabeza.

—Eso espero. No me gusta quedar como el perdedor.

—Solo has perdido una vez... que exagerado eres —reviró los ojos, dando una sonrisa burlesca cuando escuchó un “jum” de su parte—. Tonto.

—No me llames tonto.

—¿Por qué, tonto?

—Si lo vuelves a hacer, amenazaré a Mitsuki-san diciéndole que eres un sádico que disfruta de joder a su novio —amenazó, sonriendo.

Katsuki levantó una ceja, soltando una risa. Luego se acercó a su rostro lentamente, relajado.

—Y, ¿se podría saber quién es el que me dice “ah, Katsuki. Follame más duro”? —fingió su tono de voz, alzando ambas cejas mientras fruncía los labios.

Shouto se sonrojó, frunciendo el ceño. Un mohín apareció en su rostro, cruzándose de brazos sobre su pecho.

Dió un golpe en su brazo, ganándose una carcajada en el contrario.