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—Bien, les dejo de tarea completar la página 137 del cuaderno..

Al escuchar aquellas palabras, el salón estalló en sonidos de puro alivio al saber que ya había concluido la clase por hoy, todos asintiendo a lo que Aizawa dijo mientras guardaban las cosas en sus bolsos o mochilas con calma.

Faltaban veinte minutos para que tocara la campana y ya todos estaban impacientes por marcharse a sus respectivos hogares para descansar finalmente, eso hasta mañana. Porque realmente no es como si tuvieran ganas de volver a la escuela, pero deben hacerlo o de lo contrario repetirán curso.

—Uff, finalmente. Ya estaba algo cansada —comentó Momo a su lado, guardando el cuaderno en su bolso junto con el lapicero y bolígrafo, con una expresión de alivio notorio en su rostro.

—Sí, a veces las clases de historia pueden llegar a ser demasiado agotadoras —dijo él, totalmente de acuerdo con su mejor amiga—. Es una lástima que no puedas asistir a la salida de hoy.

—No te preocupes, ya asistiré la próxima vez. Mis padres están demasiado ocupados y quiero tratar de ayudar un poco.

—Espero puedas hacerlo, los negocios suelen ser muy complicados —Momo le dió la razón con un asentimiento de la cabeza.

Shouto observó su reloj, indicando exactamente las cuatro con diez minutos, la campana de salida usualmente toca a las cuatro y treinta, por lo cual no falta mucho y se siente feliz por eso. No soportaría estar una hora más en la Academia.

—¡Bakugou-kun!

Aquella voz chillona fue la que activó la alerta roja dentro de su cabeza, levantando la cabeza para mirar a la rubia que se acercaba con pasos sensuales hacia el mencionado, quien se mostró totalmente molesto de solo escuchar su apellido salir de los labios carmines de la chica.

Mina, que casualmente se encontraba junto a Bakugou debido a la charla que se encontraban teniendo, no pudo evitar dibujar una mueca de disgusto en su rostro.

—¿Acaso no tienes a alguien más a quién molestar? —cuestiona ella con enojo, frunciendo el ceño.

Camie puso una mano en su pecho, fingiendo indignación ante la “mala educación” de la chica de cabello rosado y rizado.

—Pero si yo solamente venía a saludar.. no entiendo por qué se enojan.

—Saludar mi culo, vete a joder a otra parte, Utsushimi.

Fue Bakugou quien hizo una seña para que se marchara, sin embargo, ella hizo caso omiso, sentándose en la silla libre frente al cenizo mientras presumía su envidiable busto, logrando asquear a Ashido grandemente, mucho más a Katsuki, quien apartó la mirada con furia.

Shouto frunció el ceño desde su lugar. Esa chica es demasiado insistente, no se detendrá hasta lograr lo que quiere y es consciente de ello, por eso se siente tan preocupado. Pero recuerda las palabras de Katsuki, tratando de ignorar aquello y llevar su mirada a otra parte.

『ɴᴜᴇsᴛʀᴏ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora