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Suspiró con algo de tranquilidad entrando a la Academia, viendo ya a varios alumnos correr por el lugar como si no hubiera un mañana

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Suspiró con algo de tranquilidad entrando a la Academia, viendo ya a varios alumnos correr por el lugar como si no hubiera un mañana. Ya se había acostumbrado, claro. Era totalmente normal escuchar los gritos innecesarios de algunos estudiantes, mucho más en las mañanas. Pero no le iba a prestar atención a eso, estaba lo suficientemente feliz como para que su buen humor se esfume.

Observo no muy lejos de él a Uraraka y Midoriya en el patio delantero, parecían hablar de forma bastante animada. Y eso le alegraba, le gustaba verlos a ambos hablar a solas. Desde yacía unos años que descubrió el amor de la castaña por su mejor amigo, y ha estado siempre dispuesto a ayudarla. 

Los dejó charlar, y en cambió fue a su salón, donde habían muy pocos estudiantes haciendo las tareas atrasadas o hablando entre ellos. Se sentó en su lugar, y saludó a Momo que se sentaba a su lado.

- Buenos días, Yaoyorozu -hizo un gesto de la mano, sonriendo a su mejor amiga pelinegra.

- ¡Oh! Buenos días Todoroki-san -le devolvió el gesto, sonriendo igualmente al medio albino, se giró un poco para poder hablar mejor con el chico, y comenzaron una plática normal.

Así acostumbra a ser todas las mañanas, ambos se entienden muy bien, y les gusta interactuar todo el tiempo. Desde que ella se unió al grupo de Midoriya, han comenzado una sincera y bonita amistad, que realmente agradecían.

Todoroki no tenía muchas amigas chicas, además de Ochako, Tsuyu y Momo, ninguna otra. Él no era la persona más social del mundo, por lo que sus únicos amigos son sus compañeros de grupo. Nadie más. Oh, tal vez Bakugō se pueda unir a la lista. Sabe que es su rival, pero no puede evitar sentir mariposas en el estómago cuando habla o piensa en el cenizo. Es algo que no puede controlar.

Luego de su salida de ayer, no ha dejado de pensar en Katsuki, incluso se podría decir que soñó con el, pero eso ya es otra cosa.
Volviendo al tema inicial, continuaban hablando la pelinegra y el bicolor, riendo un poco y poniéndose al día con algunas cosas.

- Y entonces... ¿Cómo te fue con Bakugō-san ayer? -pregunta repentinamente, con una sonrisa pícara en el rostro.

Shōto abre los ojos sorprendido, de verdad sorprendido. ¿Escuchó bien? ¿Su mejor amiga sabe de su salida con Bakugō? ¿¡Desde cuándo!? Debe ser una broma pesada... Se supone que nadie lo podía saber. Y ahora Yaoyorozu sabía de aquello. Este era su fin... Su maldito fin. ¿Qué hará ahora?

Momo le dirá a Izuku, Izuku le dirá al resto del grupo, el resto del grupo se lo dirá a toda la escuela, toda la escuela se lo dirá a Touya-nii, Touya-nii lo va a querer separar dr Bakugō...

¿Tal vez solo estaba exagerando, no?

- ¿C-cómo sabes...?

- Los vi saliendo juntos de la escuela ayer, y para estar segura de que no harían ninguna locura, los seguí. Y bueno, cuando me aseguré de que solo iban a salir, los dejé solos -respondió interrumpiendo, sonriendo nerviosa-, tranquilo, no le diré a nadie. Tu secreto está a salvo conmigo.

『ɴᴜᴇsᴛʀᴏ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora