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«¿Y a este idiota qué le pasa?»

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«¿Y a este idiota qué le pasa?»

Katsuki sentía la mirada nerviosa de cierto pecoso sobre él, levantando una ceja mientras miraba de reojo a Izuku, a quien se le notaba un poco tenso. Había estado así durante un rato, como si tratara de decirle algo con la mirada, lo cual sinceramente no entendió.

Continuó comiendo su gelatina con una mirada rara, frunciendo el ceño mientras miraba el postre frente a él. A su lado, Denki, Kirishima, Hanta y Mina comían gelatina igualmente, charlando entre ellos mientras soltaban cosas al azar. Jirou no había asistido a la escuela debido a que según las explicaciones de Mina le había agarrado la gripe y amaneció realmente mal, por lo que ella se encargó de informarle al profesor sobre ello para que no hubieran problemas.

—¡Uhh, está gelatina es tan deliciosa! —se escuchó exclamar a Kaminari, quien ya había acabado con su vaso de gelatina y miraba a los demás en busca de un poco más de ella.

—No te daré de mi gelatina, Kami —Mina lo observó con negación, alejando su postre del alcance del rubio.

—¡Ehh, pero si ni siquiera los has probado!

—Eso no significa que no la vaya a comer.

Kaminari respondió con una queja, viendo a Katsuki con esperanza, misma esperanza que se fue directo a la mierda cuando el cenizo se tragó la gelatina en un parpadeo, claramente para no darle ni un poco al otro. Aunque, si aún tuviera en su vaso, no le daría de igual manera.

—¡Que malos son!

Sero rió ante su comentario, negando con la cabeza. Mina chilló cuando Kirishima le dió su gelatina sin dudarlo dos veces, mientras Denki dejaba un beso en su mejilla en forma de agradecimiento.
Bakugou solamente se dedicó a rodar los ojos sin verles caso, dando un sorbo a su refresco con aburrimiento. Había decidido ignorar totalmente la mirada de su rival, seguramente solo
deseaba molestarlo y ya.

—Eres tan caballeroso, Kiri.

—Es lo que un hombre debe hacer —musitó con una sonrisa orgullosa, cruzándose de brazos.

—Pfff.

La carcajada por parte de Bakugou no se hizo esperar, ofendiendo totalmente al pelirrojo.

—¡Eso no es varonil, bro!

—¿Ah sí? Pues me vale tres hectáreas de verga.

Kirishima hizo un mohín, cerrando los ojos con indignación mientras los demás reían a causa de su graciosa reacción a la respuesta del cenizo.

Shouto solamente observaba la escena desde lejos con una sonrisa suave, negando con la cabeza mientras reía levemente.

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『ɴᴜᴇsᴛʀᴏ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora