40;

1K 100 7
                                    

Shōto no conocía la verdadera vergüenza, hasta ahora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Shōto no conocía la verdadera vergüenza, hasta ahora.

Estar sentado sobre el regazo de Katsuki, sin una sola prenda que los cubra a ambos, sintiendo la dureza de la polla contra su trasero y sintiendo como las manos rasposas del cenizo bajaban desde sus caderas hasta el interior de sus muslos; era la verdadera vergüenza.

Lo peor es que solamente podía encogerse en su lugar, sintiéndose terriblemente pequeño y caliente de una forma indescriptible. Lo único que sabe es que quiere que Katsuki haga más que solo tocarlo y hacerlo correrse.

El agua llegaba hasta su cintura y las caderas de Katsuki, quien se encontraba pasando sus manos llenas de jabón por todo el cuerpo de Shōto, en alguna forma de disimular al tocarlo, ya sabiendo que el bicolor se había dado cuenta hace un buen rato de a donde quería llegar con todo eso. Aún así, no dijo nada y prefirió quedarse callado.

El torso marcado del cenizo contra su espalda, acompañado de su respiración caliente en su cuello que le erizaba los vellos y lo ponía más nervioso de lo que ya estaba, y sus labios que rozaban “accidentalmente” contra su cuello más de una vez. Realmente la idea de voltearse y agarrarlo de las mejillas para besarlo ya no le parecía tan mala idea.

Tuvo que taparse la boca cuando el oji rubí acarició debajo del agua su glande, para después meter su mano en su trasero gracias a sus largas manos.

──Katsuki..

──Shh, te estoy ayudando. ──se apresuró a excusarse Katsuki, interrumpiéndolo antes de que pueda decir algo más que seguramente ignoraría fácilmente y sin importarle mucho.

Shōto apretó los labios en respuesta, frunciendo el ceño y mirando hacia abajo para no mirarlo a los ojos y pasar otra vergüenza como esa. Porque sabía que se veía a Katsuki, podrían simplemente follar en la misma tina si es posible.

Ya llevan casi media hora en la maldita tina y se está desesperando al saber que este es un tipo de venganza del cenizo por dejarlo con las ganas hace rato, a pesar de que ahora tendrían ─casi─ toda la noche para coger libremente sin ser interrumpidos.

──Es tan suave. ──soltó el cenizo de repente, confundiéndolo completamente al no saber de qué estaba hablando.

──¿Q-Qué es suave? ──cuestiona con curiosidad.

──Tu trasero. ──aclaró, logrando sonrojarlo hasta las orejas al escuchar que era de lo que hablaba, al haber pensado que era otra cosa──. Es suave y.. grande.

«Bueno, al menos ahora sé que cosas pasan por su mente»

Se removió en su lugar, avergonzado y sin poder dar alguna respuesta respecto a eso. Simplemente se quedó callado, mirando a otra parte y jugando con sus dedos.

Vale, también se ha dado cuenta de que Katsuki es extremadamente directo y no tiene ningún problema en decir ese tipo de cosas frente a él. Carajo, que al menos se puede guardar ese tipo de comentarios tan vulgares y descriptivos.

『ɴᴜᴇsᴛʀᴏ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora