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-Ahg, no puedo esperar a que suene el timbre de una buena vez -se queja Denki en voz baja, escuchando a su profesor hablar sin aparente cansancio.

-También estoy agotado, no te preocupes -lo apoya Kirishima, suspirando. La clase parecía interminable por el hecho de que el tiempo pasaba de forma sumamente lenta, como si nunca acabara.

Bakugou se distrajo mirando hacia la nada, demasiado molesto como para prestar atención a lo que sea que estuviera diciendo el mayor. De todas formas, la clase debía estar por terminar y no tenía sentido perder el tiempo en cosas que ya sabe.

Luego de clases planeaba visitar la azotea en compañía de Shouto, esperando tener algunos momentos de paz junto al bicolor antes de que regresaran a dar clases. La hora de receso no dura mucho tiempo, por lo que debe aprovechar los minutos libres para verse a escondidas con Todoroki.

Parpadea despacio, entrecerrando los ojos. Todo el tema de Shindou lo tenía tan ocupado que ni siquiera se había percatado de que él y Shouto no tienen intimidad hace algunos días, sin embargo, esa es su menor preocupación ahora. Pues sabe que no es momento de andar pensando en esas cosas, sino en datos con más importancia.

Como por ejemplo, el hecho de que Camie hoy no asistió a la preparatoria y eso tiene a todos muy extrañados, puesto a que la fémina suele ausentarse desde que llegó ahí.

«¿Por qué tengo el presentimiento de que planea algo?»

Quizás solo sea su imaginación, pero no puede evitar creer que Camie trama algo y no es nada bueno. Durante los recientes días ha dejalo de perseguirlo como generalmente hace, lo cual es bastante raro según su perspectiva.

-Ey, Bakubro.

Ni siquiera cayó en cuenta de que el timbre había sonado, y que el profesor había abandonado el salón para dar por terminada la clase.

-¿Qué? -pronuncia con característica molestia, dirigiendo su mirada al pelirrojo parado a su lado.

-Todoroki ya está fuera, por si acaso te interesa saberlo.

Echó una ojeada hacia la respectiva butaca del bicolor, y esta efectivamente estaba vacía, confirmando lo que había dicho Eijirou.

-Hubieras empezado diciendo eso, idiota -el pelirrojo le dió una sonrisa leve mientras se dirigía junto a sus amigos.

Se levanta de su asiento lentamente, caminando hacia la puerta y finalmente yendo rumbo a la cafetería. Comería algo y luego le pediría a Shouto que fueran a la azotea, sí.

(...)

-Es una lástima que Todoroki-kun haya decidido ir a la azotea con Shinsou-kun -comenta Tsuyu en un tono desanimado. Había esperado que su amigo se uniera a ellos para comer.

-Uh, tienes razón -le sigue Uraraka, quien pareció evitar un gesto de nerviosismo cuando Tsuyu mencionó al ojeroso.

-No debemos deprimirnos por eso, Todoroki tiene el derecho de juntarse con otras personas. Además, debemos estar felices por él al saber que ha estado haciendo más amigos luego de tanto tiempo juntándose solo con nosotros -menciona el presidente de la clase, arreglando sus lentes.

La peli verde asiente, estando de acuerdo.

-Tienes razón, Iida-kun. Es agradable saber que Todoroki-kun también puede hacer más amigos además de nosotros. Sin embargo, se me hace triste que recientemente haya rechazado nuestras invitaciones a salidas.

-Recuerda, Asui; Todoroki tiene una vida ocupada. Mucho más teniendo como padre a uno de los mayores empresarios de Japón. Seguramente debe tener tareas por cumplir, agregando el hecho de que a su padre aún no le cuadra la idea de que salga tanto de casa -vuelve a decir, guardando silencio para dar una mordida a su onigiri.

『ɴᴜᴇsᴛʀᴏ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora