『ɴᴜᴇsᴛʀᴏ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ』

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Estaba realmente aburrido, sus "amigos" andaban contando estupideces, las cuales no tenían sentido ni gracia. Bufó y miró a otro lugar tratando de buscar en que entretenerse. Su mirada se detuvo en el bicolor con el que quería hablar, estaba con el idiota de Deku y la cara redonda, normal, el siempre andaba con esos dos. La cara redonda no era tanta molestia, lo que le molestaba era Deku, ese nerd estaba pegado todo el tiempo a Todoroki.

Gruñó por lo bajo y continuó mirando discretamente al heterocrómatico, le gustaba ver los gestos que hacía con la cara, o las graciosas muecas que hacia cuándo algo no le gustaba.

Quería conocer más a ese chico... No sabía porque maldita razón, pero queria conocerlo. Tal vez verse en secreto sería una opción, pero aún no sabía el bicolor estaba a gusto con su compañía, además, despues de insultar a "su mejor amigo" ayer, no cree que sea tan fácil. Él sabe que tiene un caracter de mierda y mala actitud. Pero está decidido, Shōto va a ser su amigo, sí o sí.

Ve como el bicolor se levanta de su asiento y se dirige a Dios sabe dónde, así que el también se levanta, ignorando por completo a los llamados de sus amigos. Lo sigue discretamente, y observa como entra al baño. Sonríe y igual lo hace, pero disimulando, claramente.

Todoroki se estaba lavando las manos, igual que la cara. El se acercó a él y le miro.

- ¿Me seguiste hasta aquí? -preguntó el bicolor viéndole de reojo.

- Tal vez si, tal vez no. -respondió sonriendo de lado.

El otro se volteó y lo miro seriamente. Con el ceño ligeramente fruncido. El cenizo hizo lo mismo, pero continuó con esa sonrisa arrogante en su rostro. Al bicolor le irritaba que sonriera de esa manera, y mucho. Iba a pasarlo de largo, si no fuera porque lo agarro ligeramente del brazo y lo acorralo contra la pared. Abrió los ojos sorprendido.

- ¿Por que quieres irte? ¿Acaso no te gusta mi compañía? ¿O es que quieres ver ya al idiota Deku, eh? -se acercó poco a poco a su cara, poniéndolo algo nervioso por la cercanía.

- No te importa... -susurró.

- Lamento informarte que si me importa, así que responde, ¿Porque te quieres ir? -volvió a preguntar.

Todoroki le miro con molestia. Otra vez. Le gustaba enojar al bicolor, las pocas veces que lo hacía disfrutaba el verlo con el ceño fruncido. Realmente lo hacía.

- Porque me molestas, y porque prefiero la compañía de Midoriya antes que la tuya. ¿Vale? -respondió.

- Y, ¿porque no te gusta mi compañía? -preguntó de nuevo.

Shōto suspiró enojado, en verdad que no soportaba al cenizo. Era mucho peor que los regaños de su padre. Pero definitivamente no iba a dejar que Bakugō viera que lo está haciendo enojar, porque eso solo causaría que usase ese tema para enojarlo. Y no lo iba a permitir.

- No lo sé, quizás porque eres un idiota -habló con sarcasmo.

- Como si tu no lo fueras -habló también en el mismo tono.

Eso fue suficiente para que perdiera la poca paciencia que le quedaba, empujó al cenizo y se lanzó hacia el, dándole un fuerte golpe en la cara. Este iba a ser un muy largo día. Sin duda.

                                [...]

El peliverde y su amiga pelinegra pusieron otra vez ese incómodo algodón con alcohol en su mejilla, le dolía mucho, ahora se arrepiente de pelear con Bakugō. No se equivocaba cuándo dijo que era más fuerte que él.

- ¡Auch! -se quejó.

- Lo siento Todoroki-kun, pero este es el costó de tu pelea con Kacchan. -se disculpó Midoriya.

Shōto arrugo ligeramente la nariz. Tenía razón, no debió pelear con el cenizo, pero simplemente no pudo resistirse, aunque a decir verdad el otro también termino lastimado. Si Kirishima y Sero no hubiesen entrado, se matarían a golpes. Pero agradece que entraron, a pesar de que ellos también eran sus rivales, lo ayudaron, porque ellos saben la fuerza que tiene su amigo.

Ambos amigos suyos terminaron de curar algunas de sus heridas, y le pusieron algunas benditas en la cara y brazos, que fueron las partes más lastimadas.

Se levantó de su asiento, y el timbre sonó, indicando que ya era hora de irse. Realmente no quería encontrarse a Bakugō en el bus, pero tomar el metro no era una opción, ya que quedaba más lejos y tardaba más en llegar a su casa. Suspiró y caminó hasta la salida, para luego pararse en la parada del autobús. A su lado, estaban Bakugō y Kirishima, le extrañó ver al pelirrojo, pero supuso que como eran mejores amigos tenían derecho a pasar tiempo juntos, o tal vez simplemente va con él para evitar otra pelea.

EL bus llegó, y el bicolor fue el primero en entrar y sentarse en el primer asiento libre que vio. Luego entraron los otros dos, y se sentaron frente suyo. La verdad es que si se sentía algo incómodo por la presencia de ambos allí, pero debía hacer que no pareciera eso.