Pov omniscienteParecía que el destino no quería que Daniela y Roier se conocieran en persona. Por segunda vez había un contratiempo.
Una tormenta horrible se había desatado en Monterrey, las clásicas burlas de que en aquel estado no había agua hoy volvían.
— Ándale Valdo, bájate del carro y te bañas, porque parece que en tu casa no tienen agua.– La castaña bromeó.– Al fin y al cabo, el tráfico esta parado.–
Era verdad, ya llevaban al rededor de 40 minutos esperando a avanzar, y lo único que habían avanzado fueron unos miserables 5 sentimientos.
La lluvia era fuerte, probablemente había caído algún árbol más adelante por el fuerte viento, o algún accidente aparatoso por la dificultad para los conductores bajo aquella tormenta.
– Síguele wey, y te bajo del carro pa' que tu te bañes puerca.– Amenazo entre risas el alto que estaba tras el volante.
– No mames wey, los taquitos se nos van a enfriar.– Dani se quejó, había girado un poco su cuerpo para poder ver los asientos de atrás y ver aquellas bolsas de plástico con lo que sería su cena.
Habían quedado que el plan más práctico era ir a cenar en casa de Roier, ellos levarían los tacos.
– Wey, no mames, ni en pedo llegamos hoy con Roier.– Dijo Valdo viendo la lluvia fuerte que impactaba contra el parabrisas de su auto.
– ¿A poco no vamos ni a la mitad del camino?– Daniela lo miró sorprendida.
– No wey, a lo mejor y a una cuarta parte, tal vez si avanzamos otros metros ya a una tercera parte, pero no wey. Si te digo que ese wey vive hasta la chingada.–
– Creí que era de mame.–
– Deja le marco, pa' avisarle que no vamos a poder llegar.– Tecleó rápidamente, en un abrir y cerrar de ojos el pelinegro había contrastado la llamada.
– ¿Bueno?.– Se escuchó a través de aquella línea.
– Bueno, oye Roier, no creo que lleguemos, o bueno, no hoy.–
– ¿Hay mucho tráfico?.–
– Excesivamente.– Está vez respondió la castaña.
Valdo había puesto la llamada en altavoz.
– Y también hay un tormenton wey, yo creo que hasta vamos a tener que cenar aquí en el carro Dani y yo.–
– Pues ni modo, para otro día salimos a cenar.– A Roier realmente le desanimaba que no pudieran llegar a cenar a su casa.
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𝐁𝐞𝐜𝐚𝐮𝐬𝐞 𝐢 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 - 𝐑𝐨𝐢𝐞𝐫 𝐲 𝐭𝐮́ -
FanfictionSus ojos cafés me miraban fijamente, aquellos ojos que solo había visto a travez de una pantalla. Sus sonrisa era aún más linda de lo que creí que iba a ser en persona. Ella era simplemente perfecta... >> Historia 100% mía, cualquier copia o adaptac...