"Muñeca".

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Mientras Laura y Nora se volvían locas por tener todo listo para la tan apresurada boda, Altagracia estaba pasando un lindo fin de semana en su departamento, le encantaba cuando un contrato quedaba listo pero sentía una satisfacción mayor cuando se trataba del contrato de su matrimonio, ambos abogados trabajaron juntos para presentarles a sus clientes un buen borrador y al quedar satisfechos pues simplemente ese trámite se terminó, pro supuesto Altagracia estaba revisando otro par de cuestiones legales como sus propiedades, había pasado mucho tiempo fuera y quería deshacerse de algunas para sacar provecho de ese dinero.







– Me caso pronto así que quiero reponer el dinero gastado — acomoda las hojas

– Pero sus finanzas están bien, de hecho aumentando, no entiendo porque quiere vender estas propiedades

– Porque son pequeñas — las une con un clip — Están bien ubicadas así que se venderán bien, cuando las vendas voy a recuperar el dinero de la boda y luna de miel

– ¿Usted va a pagar todo?

– La mitad por supuesto, la otra mitad le toca al ene... A mi prometido

– Bueno debo decir que hace mucho tiempo no me encargaba de un contrato matrimonial pero considero que usted saldrá bien beneficiada con él

– Nos gusta dejar por escrito lo importante, si no cumple puedo demandarlo, lo que me parece excelente — le entrega las propiedades — Por favor encargate de venderlas bien

– Claro que si señorita ¿Y qué haremos con todo lo demás?

– Luego de la boda veré, por ahora es todo, gracias Miguel

– No es nada, pronto le traeré buenas ofertas por estas propiedades — junta sus cosas — Me retiro para que pueda descansar







Luego de despedir a su abogado, masajeo su cuello levemente en lo que caminaba hasta su teléfono, necesitaba que viniera a firmar el contrato antes de la boda pues esto era entre ellos dos. Luego de mandar el mensaje se puso cómoda en su sofá, todo este asunto legal y la boda era un verdadero dolor de cabeza además todavía faltaba ir a cenar en casa de los padres de José Luís para que la conocieran además de discutir detalles importantes de la boda.







– ¿Por qué tiene esa cara señorita? — pregunta Magda desde la cocina

– Porque voy a casarme — levanta la mano enseñándole el anillo de compromiso

– ¡Ay! Yo creí que nada más era un nuevo accesorio, no tenía idea de que tuviera pareja ¿Cómo se llama?

– En unos minutos lo vas a conocer Magda

– ¿¡De verdad!? Entonces me voy apresurar con el almuerzo

– No se va a quedar tanto, sólo debe firmarme algo antes de la boda y volverá a su casa

– Pero... ¡Pero no lo ha visto en toda esta semana! Ni en ninguna otra porque nunca lo trajo aquí

– Nos vemos para comer y salimos, no hemos tenido mucho tiempo por el trabajo

– Ay pues invitelo a quedarse a dormir, así pasan más tiempo juntos

– Magda, termina el almuerzo por favor

– Si señorita







Paso unos buenos minutos en silencio y con los ojos cerrados, el sofá era realmente cómodo para cabecear un rato sin embargo no pudo seguir en ello ya que sonó el teléfono fijo era el portero notificando que venían a verla, libero la entrada de José Luís y tomó el contrato que estaba en el bar antes de ir a abrirle.







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