¡Vergüenza!.

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– ¿Qué estas diciendo Tania? — la encara

– La sacaron Doña Nora, se reunieron hace una hora y la sacaron, estará en el puesto hasta que encuentren un reemplazo, debo ir a llevarle el papeleo pendiente a su departamento

– Pero... ¿Cómo? Quedamos que ella trabajaría desde casa y que yo daría la cara con la prensa ¡Eso ya estaba acordado! ¿Qué fue lo que pasó?

– Fueron notificados de que La Doña tiene reposo absoluto presuntamente hasta el final de su embarazo, más la incapacidad por maternidad... No les gusto enterarse de ello

– Mierda, omití esa parte — se recarga en su silla — Justo para que no la degradaran ¡No quiero a un extraño como mi mano derecha! La quiero a ella... ¿Sabes como esta? ¿Hablaste con ella?

– Sólo me mando un mensaje pidiendo que lleve todo para ahorrarme el viaje, dijo que lo tendría listo en un par de días... Estoy preocupada, acaba de salir del hospital prácticamente

– Hablaré con ella en la tarde, primero tengo que ver si puedo revertir toda esta situación y despedir a quien soltó la lengua

– Fue información anónima y no creo que pueda hacer algo, dicen que ella va a renunciar de todos modos

– ¡Está molesta! Con el orgullo herido ¡Por supuesto que va a decir eso!

– ¿Quiere mandarle un recado? Voy para allá ahora

– Dile que voy a solucionarlo, yo me encargaré

– Si señora... Con permiso


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– ¡Te tengo excelentes noticias! — invade su cuarto — Ay Raquel — rueda los ojos — ¿Todavía deprimida? Digo entiendo que usar un collarín y tener la muñeca enyesada no es para nada agradable pero deja de llorar

– Yo... Yo no quería esto Mariano, quería molestarla, ahuyentarla, hasta mandarla de regreso a Berlín pero... Pero no quería lastimarla

– Por favor, le pusiste abortivos

– ¡Ella no es tonta! Deje que Magda me vea esa noche en la cocina para que estuviera alerta... Ni siquiera eran abortivos realmente, necesitas una receta para eso

– Me estás diciendo ¿Qué jamás le pusiste un abortivo realmente?

– ¡Era vitamina C! — solloza — ¿¡Cómo carajos crees que le haría pasar por un aborto!? Tengo un hijo ¡Y no soy una desalmada!

– Ah pero estuviste de acuerdo conmigo para mandarle esos matones que la chocarian

– Dijiste que nada más la iban a asustar...

– ¿Y cómo piensas que la iban a asustar?

– ¡No lo sé! Tal vez siguiendola, yo sólo quería que se fuera de la empresa

– Pues no se fue y yo contaba contigo para darle un abortivo ¿Vitamina C Raquel?

– ¿Sabes algo de Altagracia? Mamá no habla conmigo, Magda esta fuera de la casa desde esa mañana ¿Perdió a los bebés? ¿Se lastimó mucho? — seca sus lágrimas — ¡Dime!

– Bajale a tu drama y cargo de conciencia, tu numerito de ebria resentida nos acaba de resolver la vida

– ¿¡Está muerta!?

– Ojalá pero no, lastimosamente se acabaron las escaleras para que rodará — se sienta sobre la cama — Hable con los directivos, iban a degradarla de puesto porque estará de reposo absoluto por meses

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