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Aquella noche fue tranquila, José Luís se levanto todas las veces que los gemelos necesitaron un cambio de pañal y sólo despertaba a Altagracia cuando ellos debían comer; temprano en la mañana ambos papás despertaron por el llanto escandaloso que venía de la pequeña cunita, lo que en cierto modo fue bueno ya que el desayuno se lo traerían pronto. Después de atender aquel llanto que al parecer inicio nada más porque no estaban agusto, José Luís paseo con Aaron en brazos para calmarlo pues simplemente estaba haciendo algo de drama por atención.
– ¿Qué tal dormiste?
– Como piedra por los medicamentos ¿Y tú?
– Bien, aunque los bollitos se despertaban cada tanto, tu cama es muy cómoda
– Si — ríe sobando la espaldita de Dami — Te dije que valía la pena pagar extra, dormimos bien
– Cuando traigan el desayuno ¿Quieres que te ayude a levantarte para comer en la mesa?
– Todavía no lo sé, tal vez sea mejor quedarme otro poquito aquí
– ¿Duele mucho?
– No lo sé, estoy bien drogada — ríe — ¿Ya se calmo Aaron?
– En eso estamos, creo que heredó tu lado dramático — bromea
– ¿El mío o el tuyo?
– Yo no tengo un lado dramático
– Aja
– Ya bebé, ya — se sigue meciendo
– ¿No tendrá hambre? Ven, intercambiemos
– Tal vez tengas razón o quiera estar con su mami — se acerca
– Ven aquí con mami — sonríe — Dami se está quedando dormido, si lo meces quedara profundo
Una vez Aaron estaba acomodado en el seno de su mami, el berrinche había finalizado, poco después el desayuno llego y prefirieron utilizar la mesa movible así Altagracia no salía de la cama, en especial porque ambos aún traían a los bebés encima y no se sentían muy seguros para pasear libremente con ellos en brazos.
– ¿Se despertó? — susurra
– No, duerme como un angelito, creo que es mi favorito, es el que menos trabajo da — toma asiento
– No podemos tener un favorito Luís — lo reprende — Ambos son nuestros
– Aaron nunca se va a enterar, además lo amo mucho al igual que su hermano pero es el más difícil de los dos ¿Puedes tomar café?
– El mío es descafeinado, el que viene en la taza medio redonda
– Esto se ve muy bien
– Pruébalo a ver si sabe igual porque a veces la presentación te engaña — le sonríe al pequeño cuando este hace ruidos para llamar su atención — Hola mi amor, creí que ya te habías quedado dormido
