Nuestro Convenio

La Boda

Al ya estar peinada, de dientes cepillados y maquillada, lo último que quedó fue entrar en el vestido, aunque claro primero se coloco la liga blanca con detalles bordados a mano, era una flor llamada "No me olvides" es pequeña y viene en morado así como un celeste, ella optó por el celeste y hasta tenía sus hojitas en verde claro; de ahí con ayuda de Eva y su tía entró en el vestido sin arruinar su peinado, se coloco los tacones y comenzó la sesión de fotos rápida antes de la boda aunque antes de caminar hacia el altar se coloco las mangas que Eva había echo para ella, el estampado parecía las alas de una libélula, lo que le daba ese toque mágico y especial.

Los primeros en caminar hacia el altar fueron Marcos y Tania que eran la dama y damo de honor de Altagracia, luego le siguieron los padrinos de José Luís, hasta que finalmente pasó el novio que vestía un traje negro echo a la medida, usaba una corbata azul que fue regalo de su padre y decidió ponerse un pañuelo bordado en el bolsillo, tenía un valor sentimental especial pues se lo había echo su abuela, quien estaba presente por cierto. Al estar frente al juez esperaron dos minutos hasta que la marcha nupcial cambió a una más delicada anunciando la llegada de la novia; frente a ella venía la niña de las flores lanzando pétalos sin parar.

Al verla tan linda avanzando hasta el altar no pudo evitar sonreír, había válido la espera para verla con el vestido puesto, el ramo de orquídeas blancas le daba un toque aún más bonito a la novia. Al estar frente a frente, ella entregó el ramo a Tania antes de aceptar la mano que José Luís le extendió para subir a la tarima; sólo ahí ella le regalo una bonita sonrisa, se veía nerviosa pero eso no lograba sacarlo de su hechizo, estaba tan cautivado por Altagracia que ni siquiera se dio cuenta que la ceremonia acababa de iniciar; no iba a ser muy larga ya que ninguno de los dos estaba interesado en el típico discurso de amor eterno.

Así que simplemente les preguntaron si venían a este matrimonio a voluntad y al responder que si, firmaron el acta, luego lo hicieron sus testigos en lo que ellos pasaban a intercambiar anillos, el juez felicito a los recién casados y dijo las tan esperadas palabras para José Luís "Puede besar a la novia"; con cuidado pero con mucha emoción, se acercó a su ahora esposa y cuando estaba inclinándose para besarla, ella dio el último paso tomándolo por las mejillas iniciando aquel beso que se vio muy tierno y que movió tantas cosas en ellos, de cierta manera se sintieron aliviados pues ahora ya estaban casados, al fin parte del plan se estaba cumpliendo y ahora sólo quedaba disfrutar de la boda.

Como es tradición en todas las bodas, los novios se toman de la mano y corren realizando así la tan famosa "escapada de novios" mientras ellos iban a su sesión de fotos romántica para la revista, los invitados pasaban directo a la recepción, todo estaba adornado con las Peonias y Hortensias blancas, el toque minimalista sobresalía en toda la decoración pues ninguno quiso una boda cargada, el servicio de Catering comenzó a circular ya que la ceremonia terminó justo al mediodía, los novios aparecieron un rato después para recibir las felicitaciones, conocer a familiares y amigos en común.