Apostar Y Perder. ♡Dr. Stone. SenkuHarem♡

Culpa.

El calor que estaba haciendo aquel día era igual de insoportable que el día anterior, y Senku solo podía rogar para que su mejor amiga se apiadara de su imbecil ser y le diera un vestuario no tan caluroso como el anterior.

Suspira algo irritado y se pasa las palmas de las manos por los ojos en un intento desesperado de no dejarse vencer del sueño. Gira su cabeza hacia la derecha, y puede ver en tranquilo rostro adormilado de su compañero, se tuvo que contener para no soltarle una cachetada para despertarlo.

Se iba a quedar dormido, es que Ishigami estaba diez mil millones por ciento seguro de eso. Los ojos de Gen se cerraban en contra de su voluntad, lo único que le impedía sucumbir ante aquella fuerza superior es que sabia con seguridad que, como se llegara a dormir, Senku lo iba a patear fuera de la cama.

-Senku... solo cinco minutos más...

Balbusea con la mirada perdida en algún punto del techo. Senku sonríe con burla.

-¿Siempre tienes tanto sueño o solo es hoy que estoy aquí y te contagio mi aburrimiento?

Ahora es Gen quien sonríe, e inclina su cabeza en dirección al menor. Sus ojos eran prácticamente dos líneas, estaban más cerrados que abiertos.

-No todos podemos irnos de rositas y dormirnos temprano, ¿Sabes? Hay personas que si trabajamos y no nos vamos de mantenidos. Anoche tuve que quedarme hasta tarde terminando unos papeles que me pidió Ryusui, que, de hecho, era trabajo tuyo, pero nos lo repartimos entre los demás para no atrazarnos con algo.

Senku, a pesar de tener una gran variedad de insultos listos, guarda silencio ante lo que le comenta su compañero. De repente, siente un malestar en el pecho, como si alguien se lo estuviese presionando con las manos. Su rostro pierde un poco de color y su garganta se queda seca. Al principio pensó que podría tratarse, no se, de un infarto, sin embargo rápidamente descartó esa posibilidad. Lo reconoció poco después, pero le costó ya que contadas veces había sentido aquello.

A Ishigami de repente lo había invadido un sentimiento de culpa. Era uno pequeño, uno leve, pero ahí estaba. Senku siempre ignoraba ese sentimiento, bueno, Senku siempre ignoraba todos los sentimientos ya que los veía como distracciones, sin embargo, esta vez se sentía diferente a las veces anteriores.

Frunce el seño sin saber qué hacer, ¿Debería disculparse y ver si con eso se le iba el sentimiento del pecho? Al fin y al cabo todo había sido su culpa, había ignorado la orden de reposar, había salido corriendo con tacones sin ningún tipo de cuidado, le había faltado al respeto al trabajo de Yuzuriha... sin duda todas sus acciones habían desencadenado que ahora, aparte de ser un parásito y una carga para los demás, los otros comandantes tuviesen que hacerse cargo de responsabilidades que no les correspondían.

La disculpa sin duda era la opción más viable, sin embargo Senku era muy asquerosamente orgulloso como para aceptar que había estado equivocado toda la semana y pedir perdón por los problemas que ha causado.

Vuelve a mirar a Gen, quien ahora mantiene sus ojos cerrados pero sin llegar a dormirse. No sabe que hacer, pero tampoco quiere guardar silencio; se sentía en la responsabilidad de por lo menos decir algo. Dejando que saliera de su boca cualquier cosa, pregunta:

-¿Es mucho el trabajo extra que tienen, Gen?

De inmediato se siente estúpido, como si no conectara tres neuronas. ¡Claro que era mucho trabajo extra! Los comandantes se estaban encargando de las tareas que le correspondían a su personas, las cuales eran muchísimas.

-Si... es una cantidad considerable de trabajo extra. De hecho, ni siquiera terminé de hacer el papeleo anoche, pero ya era incapaz de mantenerme despierto. Ahorita lo termino y hago lo que me corresponde de tu trabajo de hoy, y no me puedes regañar porque los otros están igual de atrasados, aun no entendemos como puedes hacer tantas cosas en un día...