Fresas y cerezas.

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No lo pensó... no, miento, si lo pensó, lo pensó mucho, lo había pensado por horas y horas, sin embargo, justo en aquel instante, sus deseos sobrepasaron sus pensamientos lógicos, como terminaba ocurriendo siempre tarde o temprano. Le importaba una mierda la vocecita en su mente que le decía que no actuara por impulso, después se encargaría de ponerse de rodillas y pedirle disculpas a el científico si era necesario.

Nanami agarra con cuidado y parsimonia el rostro de Ishigami, como si estuviera tocando una porcelana, como si estuviera tocando lo mas precioso del mundo. Senku sonríe, siempre sonríe.

-¿Molesto por lo que van a decir tus admiradoras, Nanami-san?

Lo provoca como estaba acostumbrado a hacerlo, pero aquello no tiene efecto en el más alto, el susodicho tenía cosas más importantes en su mente.

Fija su vista en aquellos orbes rojos por un par de segundos, detalla con cuidado cada detalle del rostro ajeno, y al final simplemente se detiene en los labios color sangre de Ishigami. Le daba hasta pena tener que dañar aquella perfección con la cual habían sido pintados.

Un segundo dudó, por un segundo pensó en soltarlo y alejarse, pero la decisión que tomó su cerebro fue la de actuar rápido antes de arrepentirse.

Lo siguiente fue que pasó su lengua desde la barbilla ajena hasta el labio superior del científico con toda la calma del mundo, como si fuera algo que hace todos los días. Siente mariposas en su estómago cuando efectivamente aquellos pigmentos sabían a fresas y cerezas. Comenzaba a emocionarse, y se pone como meta el borrar aquel color rojo con el músculo de su boca.

El científico abre los ojos con sorpresa ante la acción contraria, quedándose fuera de onda solo por dos segundos. Abre también sus labios con la intención de decir algo, y Ryusui sintió que se lo pusieron en bandeja de plata.

No se espera más, principalmente porque era físicamente imposible seguirse conteniendo, y junta sus labios con los contrarios. En un principio fue un pequeño pico, un pequeño junte de labios, esperando a ver si Senku le soltaba una patada o algo. Sin embargo, el golpe nunca llegó, de hecho, no hizo nada para alejarse, y con eso decidió dar el siguiente paso.

Comienza a mover sus labios sobre los contrarios en una danza delicada, como si tuviesen todo el tiempo del mundo. No fue hasta pasados unos cuantos segundos que Nanami comienza a escalar un paso a la vez aquel beso, volviéndolo así poco a poco uno con más fuerza, más rápido, más caliente. En algún punto que no sabe cuando, Ishigami se ve en la necesidad de tomar al mayor de los hombros para intentar mantener la compostura.

El científico no entendía del todo lo que estaba sucediendo, o tal vez si, entendía que su amigo tenía placeres internos que saciar en aquel mundo de piedra y que sus labios rojos habían desatado sus pensamientos enterrados. Lo que no comprendía era el porqué dos de sus mejores amigos habían decidido saciar sus deseos con él sabiendo que habían chicas tan hermosas en aquel reino, sabía que le ropa tenía algo que ver con todo eso, pero él, que casi casi llegaba al espectro arro-ace, simplemente no entendía como las personas se podían sentir atraídas a la ropa o el maquillaje.

Pero lo que mas lo confundía era que este beso, al igual que el de Ukyo, no le desagradaba en lo absoluto, de hecho, se podría decir que incluso le gustaba. ¿Era cierto lo que dijo el día anterior, que un beso no significaba nada? ¿Sería igual si cualquier otra persona del reino científico lo hubiera besado? No, ni por un demonio hubiera permitido que cualquier otra persona le pusiera un solo dedo encima, entonces... ¿Porqué si se lo permitió a Ukyo y a Ryusui? ¿Porqué si se lo hubiera permitido a los demás comandantes del reino científico?

Haría una investigación de todo esto cuando termine de comerse la boca con el capitán.

El rubio suelta las mejillas del científico y dirige sus manos hasta la cintura contraria, donde la sostiene con el mismo cuidado con el que sostuvo sus mejillas. Se sorprende al caer en cuenta de que aquella figura contraria era pequeña entre sus manos, sin duda era fácil de romper... siente un escalofrío pasar por su cuerpo ante sus propios pensamientos.

Apostar Y Perder.  ♡Dr. Stone. SenkuHarem♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora