Apostar Y Perder. ♡Dr. Stone. SenkuHarem♡

Lo normal.

Las cosas después de ese día fueron diferentes, sin embargo no en un mal aspecto, fueron raras, distintas, incluso un poco extrañas, pero al mismo tiempo todo había seguido igual.

Para empezar, los desgraciados cumplieron su promesa tan al pie de la letra que a Ishigami le daba rabia. Cuando ellos dijeron que no se iban a separar ni un instante de él, pensó que, no se, solo era una exageración.

Pues no mi amor, de verdad se le pegaron como si fuesen un chicle, ni un segundo lo dejaban tranquilo.

Senku, como si fuese Jesús, al tercer día resucitó entre los muertos y por fin su mente entró en funcionamiento normal. El chico, creyéndose inmortal, se había intentado levantar de la cama simplemente porque estaba aburrido, por suerte el primate más fuerte estaba ahí para literalmente acostarlo en la cama y ponerle una mano en el pecho para que no se levantase. Ese fue el único inconveniente que tuvo, de resto cumplió obedientemenete con estar en reposo hasta mejorar.

Su recuperación duró aproximadamente dos semanas, aparte de su corazón que se había detenido, el daño más relevante era su maltratado cuello, de resto no había mayor problema. Una buena dosis de descanso y una cantidad considerable de medicina fue lo que sacó adelante al científico, incluso su tobillo había curado en ese tiempo. Conservaba un dolor en la garganta si hacía mucha fuerza, y tenía que acostumbrarse a la actividad física después de tantos días sin hacer nada, pero no era algo por que preocuparse realmente.

Así pues, después de dos semanas acostado, por fin pudo ponerse de pie y regresar a su cotidianidad, o, bueno, en su mayoría.

Porque, como mencioné antes, los demás generales se le pegaron como si se tratase de un chicle.

¿Pueden creerlo? ¡Hasta se pusieron horario para cuidarlo! Los lunes le correspondía a Ukyo, los martes a Ryusui, miércoles a Chrome, jueves a Tsukasa, viernes a Gen, los sábados se lo habían encargado a Taiju y Yuzuriha o a Koharu, y los domingos, al no tener casi trabajo, los generales se juntaban todos a cuidar a la wawa.

Senku estaba harto. Es que no lo soltaban ni un segundo, ni uno. Cuando estaba en cama, al que le correspondía ser su niñera se metía con él al cuarto (de Ryusui, de ahí no lo movieron) y se ponían a trabajar. Si iba al baño, lo llevaban hasta el baño, si iba a comer, casi casi le daban la comida en la boca. Senku, aunque no le molestaba la compañía de estas personas, estaba llegando a un límite social, no se los aguantaba un solo día más.

Pensó que al regresar a trabajar podrían darle un respiro, pero para su desgracia así no era. A donde Senku iba, su niñera lo acompañaba, aunque tuviese que hacer un trabajo totalmente distinto, se le pegaban como una garrapata. Lo peor eran los sábados puesto que a Koharu le importaba un bledo lo que tuviese que hacer el científico y se lo llevaba de llavero donde ella quisiese, y Taiju por su parte estaba tan encima de él que ni siquiera lo dejaba trabajar casi, si tenía que caminar mucho o cargar algo, el castaño tomaba la delantera y lo hacía por él, ya ni los generales se animaron a tanto, los generales por lo menos le daban su espacio... siempre y cuando su espacio estuviese dentro de un rango de visión donde lo pudieran vigilar.

¿Qué más? Ah, claro, aquel hombre fue encerrado. Su juicio no duró mucho, básicamente lo que había hecho fue intento de homicidio y robo, claramente resultó culpable. No lo iban a matar, eso estaba claro, por lo cual simplemente lo apresaron así como lo habían hecho con Hyoga y Homura, los cuales habían también intentado asesinar a uno de los líderes (Tsukasa) y conspiraron en contra del reino.

Los generales sentían que no era castigo suficiente para el acto tan horrible que había hecho, pero sinceramente no había otro castigo que imponerle.

Los días contaron, y ya casi un mes del incidente con Kusuri. Senku sobrevivía un día a la vez, a duras penas. Y realmente, aunque no se le despegaba ni un segundo, todo era normal, realmente todo había vuelto a la normalidad...