Apostar Y Perder. ♡Dr. Stone. SenkuHarem♡

Los besos tambien son ciencia.

-¿Y bien? ¿Que es lo que quieres que haga, Chrome?

Pregunta el científico. Necesitaba saber que era lo que le iba a pedir su compañero para así poder organizarse, si se lo podía dar en aquel momento mucho mejor, así se quitaba de encima un problema más.

Saca de su bolsillo una moña para el cabello que le había regalado Yuzuriha y con gran esfuerzo comienza a hacerse una cola de caballo, iba a trabajar con quimicos para hacer el analgésico y lo último que necesitaba era que se le prendiera en llamas el exótico cabello que el universo le había dado.

No recibió respuesta ajena. Resulta que Chrome estaba muy ocupado mirando con detalle la ropa que tenía puesta su amigo, apenas se había dado cuenta de que no era su ropa común. Aún no entendía como es que Yuzuriha era capaz de transformar un trozo de tela en algo totalmente diferente y hermoso, le parecía asombroso que la chica pudiese crear tanta variedad de ropa y que toda fuera magnífica ante sus ojos.

-¡Me gusta mucho tu ropa de hoy! ¡Se ve más cómoda que el vestido que usaste ayer! Me gustaría saber como Yuzuriha hace la ropa, sin duda debe ser una explicación científica increíble.

Senku sonríe y termina de hacerse una cola de caballo, no era perfecta pero por lo menos mantenía su tieso y puntiagudo cabello en un solo lugar. Nunca lo iba a decir en voz alta, pero la emoción nata de Chrome por intentar entender y saber sobre lo que desconoce sin duda lo ponía de buen humor.

-Creeme, es diez mil millones de veces más cómoda que cualquier otra cosa que haya usado antes. Esta es una bata de laboratorio, es un símbolo distintivo de todos los científicos.

Ishigami podía jurar que de los ojos ajenos salían chispas al escuchar dichas palabras. El castaño acerca un poco más la silla hacia su amigo, y se inclina para poder ver de cerca el símbolo del reino científico bordado en el pecho.

-¡Que malote! ¡Me encanta! ¡Yo quiero una! ¿Puedo tener una?

El contrario solo levanta la ceja sin borrar aún la sonrisa de sus labios.

-¿Eso es lo que quieres por tu parte del trato? ¿Quieres que te consiga una bata de laboratorio?

Pero Chrome se queda quieto de repente, como si se le hubiera acabado la batería. Lo piensa un poco, bueno, lo piensa mucho. Se muerde el labio, mira al cielo, se muerde las uñas, se cruza de brazos, cierra los ojos, y la curiosidad de Ishigami por saber que es lo que pasaba por la mente contraria comienza a aparecer.

-¿No quieres una bata?

Chrome parecía estar en una pelea mental con él mismo, y, por lo que se veía, iba perdiendo. Después de como medio minuto, el castaño suelta un suspiro exagerado y habla:

-No, no quiero la bata... o sea, si la quiero, ¡La quiero mucho! Pero no quiero que esa sea mi parte del trato...

Ishigami levanta una ceja, preguntándose que bicho le había picado a su amigo para que de repente se comporte tan extraño.

-¿Entonces que quieres, Chrome?

Y para sorpresa del menor, el rostro del castaño se puso tan rojo y tan rápido que Senku pensó que se iba a desmayar o algo. El mayor comienza a balbucear un poco, incapaz de mantenerle la vista a su amigo, sintiendo una maraña de emociones conocidas y desconocidas por todo su pecho y estómago.

La curiosidad nata de Senku iba en aumento por aquella inesperada reacción contraria, ¿Será que le pediría algo vergonzoso como condones o algo? Ishigami no podía esperar a saber que era lo que ocurría con su acompañante. Tuvo que esperar a que la sangre se le bajara de la cabeza a el aldeano antes de seguir con la conversación.