El invierno comenzaba a hacerse presente en el palacio de Erauxer, tiñendo los jardines de tonos fríos y escarchados, tan característico de la estación. Sin embargo, en el interior del palacio, el ambiente cálido estaba impregnado de alegría y camaradería. El buen humor era contagioso, y podía verse reflejado en las sonrisas de los sirvientes, en los gestos de complicidad entre los miembros del personal y en la atmósfera de trabajo en equipo que se respiraba en el palacio. Incluso el rígido y serio Arnaud no estaba exento de esta influencia positiva.
Arnaud, el mayordomo que siempre había sido conocido por su impecable actitud y su corrección en cada detalle, había experimentado una transformación notoria. Su rostro, que solía estar imperturbable, ahora se iluminaba con una sonrisa con mayor frecuencia. Su relación con el personal a su cargo se había vuelto más cercana y colaborativa, y sus modales, aunque aún respetuosos y profesionales, tenían un matiz de calidez que antes no estaba presente.
Pero, esta transformación no estaba exenta de detalles que eran constantes. Aunque en general su buen humor era notorio, en ocasiones, Arnaud parecía distraído, como si su mente estuviera en otro lugar. Este comportamiento no pasó desapercibido para la servidumbre, que comenzó a especular sobre las razones detrás de este cambio en el mayordomo.
Las risas comenzaron a circular entre el personal. El rumor de que Arnaud estaba enamorado había llegado a oídos de todos, causando un murmullo de sorpresa y diversión. Era difícil imaginar al siempre serio mayordomo involucrado en asuntos del corazón. Pero la idea se volvía más plausible cuando se observaban sus pequeñas distracciones y equivocaciones que, aunque aún eran mínimas, eran muy notorias en alguien que siempre mantenía la perfección.
Sin que nadie lo sospechara, existía verdad detrás de los rumores. Arnaud y Florence habían mantenido su relación secreta durante casi dos meses. A lo largo de ese tiempo, habían aprendido a conocerse y a confiar.
A pesar de esta evolución en su secreta relación, lo principal que les regía, era la prudencia. Mantenían distancia en público, compartiendo su complicidad en las penumbras.
Para mantener su animada vida social, Florence había decidido organizar una pequeña reunión en su elegante palacio. Las damas de la nobleza se habían congregado en su salón principal, disfrutando de aperitivos y té, mientras charlaban animadamente sobre los asuntos de la alta sociedad. Los sirvientes, bajo la dirección atenta de Arnaud y Pierriette, se movían con agilidad, asegurándose de que cada detalle fuera atendido y que las invitadas se sintieran cómodas.
Algunas de las damas sugirieron la idea de explorar los invernaderos de la marquesa, donde florecían lirios, fresas y lilas, creando un ambiente perfumado y delicioso. Rápidamente, los sirvientes se pusieron manos a la obra, limpiando y preparando el lugar para recibir a las damas.
Afuera, el invierno dejaba rastros de escarcha en el suelo. Algunas de las damas resbalaron levemente al caminar, lo que provocó risas y comentarios entre ellas. Sin embargo, la atención de todas estaba centrada en los magníficos invernaderos.
Cuando las damas ya se encontraban en el interior de los invernaderos, Arnaud vuelve su atención en regresar al interior del palacio, para mantener todo en orden. Sin embargo, al dirigirse por una de las escalinatas, el resbaladizo hielo lo traicionó y cayó de costado. El incidente provocó preocupación entre los sirvientes, que acudieron rápidamente en su ayuda. Arnaud les aseguró que estaba bien, pero aceptó la sugerencia de su compañera Pierriette de descansar.
La noticia de la caída de Arnaud llegó a los oídos de la marquesa Florence mientras conversaba con las damas. Aunque le aseguraron de que el mayordomo se encontraba bien y estaba descansando, su preocupación no pudo ser contenida, decidiendo abandonar brevemente la reunión y dirigirse al salón del personal para verificar el estado de Arnaud.
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Los Secretos de la Marquesa
RomanceFlorence, la joven marquesa de Erauxer, vive atrapada en un matrimonio lleno de sufrimiento y humillación debido a su condición de esterilidad. La incapacidad de concebir un heredero deseado por su esposo, la condena a un futuro deshonroso debido a...