Save You (Evan Peters)

14- Baño

Lena había llegado al departamento, su silueta se deslizaba entre las sombras de la tarde que se colaban por la ventana. Evan aún no estaba, y ella, con un suspiro que parecía cargar el peso del mundo, dejó caer sus cosas en el sofá y se dirigió al baño.

"Necesitamos iniciar el tratamiento lo más pronto posible si decides hacerlo," resonaban las palabras del doctor en su mente mientras se sentaba en el suelo frío, abrazando sus rodillas. ¿Debía hacerlo?

"Si no lo haces, te queda un año"

—Un año...

Quizás su madre tenía razón, tal vez era un castigo divino, un destino ineludible. ¿Debería simplemente dejar que las cosas siguieran su curso natural?

Evan entró al departamento, la penumbra se disipó con su presencia, y al ver las cosas de Lena, una sonrisa iluminó su rostro.

—Lena, ya llegué.

Ella emergió del baño y lo abrazó con una fuerza que parecía querer fusionar sus almas.

—¿Cómo estuvo tu día?

—Agotador, pero ahora mejoró.

Lena tomó su rostro entre sus manos, contemplándolo como si quisiera memorizar cada detalle.

Evan, confundido, preguntó, —¿Tengo algo en la cara?

—No, solo quiero verte...

Evan respondió con un beso en cada mejilla, —Tenemos toda la vida para eso.

Lena bajó la mirada, un —Sí... —apenas audible escapó de sus labios.

—¿Ya comiste?

Evan, dejando sus cosas sobre la mesa, se acomodó en el espacio que compartían.

—No.

—¿Quieres pedir algo?

Antes de que pudiera responder, el timbre interrumpió el momento. Lena abrió la puerta y allí estaban sus amigos.

—Chicos...

—Vamos a hacer hamburguesas.

Sindy entró con una bolsa llena de provisiones, seguida por Joseph y Amanda.

—Espero que no hayan comido aún.

Joseph miró a la pareja, que negó con la cabeza al unísono.

—Perfecto, tenemos todo lo necesario.

Mientras Sindy y Joseph se dirigían a la cocina, Amanda se acercó a Lena.

—Disculpen, estábamos por aquí y se nos ocurrió venir.

Lena sonrió, su alegría era un faro en la oscuridad.

—Es perfecto.

De manera inesperada, Lena abrazó a su amiga, un gesto raro en ella. Amanda miró a Evan, buscando una explicación, pero él solo pudo encogerse de hombros.

—Lena, ¿estás bien?

Lena se apartó, —Sí, vamos a cocinar.

Mientras preparaban las hamburguesas, Amanda y Evan organizaban los ingredientes en el comedor.

—Se le ve feliz a Lena... creo que le haces bien.

Evan la miró, —¿Tú crees?

—Sí... Evan, ¿qué piensas hacer cuando tu trabajo aquí termine?

Evan frunció el ceño, la pregunta lo tomó por sorpresa.

Amanda sonrió, —No lo sabes. Puede que quieras quedarte un tiempo, pero a ella aún le quedan dos años de estudios.