Lena Snow es una joven estudiante de sociología, además trabaja en una cafetería, sin embargo los ingresos no le son suficientes y necesita a un compañero de Departamento.
Evan Peters es un joven actor en ascenso, que acepta un nuevo proyecto en una...
Le dijo para sacarlo de ese lugar oscuro en el que estaba y funcionó.
Evan le hizo cariño en el rostro. -Yo igual.
La besó con cuidado, pero Lena sorprendentemente, se puso sobre él y lo besó con mayor intensidad.
Evan estaba descolocado, pero le gustaba. La tomó de la nuca y la puso bajo de él. Le quitó la blusa con furia, estaba enojado, solo pensar que estuvo con Jack por 5 horas, lo mataban los celos.
No entendía esa sensación. Quería matar a Jack y Emily, matarlos a golpes. -Evan...
Ver cómo la vida se les iba de los ojos, devolverles todo el sufrimiento que le causaron a Lena. -Evan!
El joven reaccionó, miró a Lena quien estaba asustada. La había desnudado y sin darse cuenta, le había dañado los muslos, sus dedos estaban marcados en su piel. -Lena...
Se tomó de los cabellos, sin entender lo que pasó. -No se... disculpa.
A pesar del susto, Lena sonrió y lo abrazó. -No te preocupes, ven, vamos a dormir.
Lena, aún desnuda, lo arropó y se acostó junto a él, dándole a entender que confiaba en él a pesar de lo sucedido. . . . .
Lena despertó, miró el reloj que Evan tenía en su mesa, eran las 11 de la mañana.
Evan, obviamente ya había salido a trabajar. Se levantó y se dio cuenta que tenía puesta una polera de Evan y sonrió. -Evan siempre preocupado de todo.
Bajó las escaleras con ayuda de la enfermera. -Gracias Mirta.
-Le voy a preparar el desayuno.
Lena la acompañó a la cocina y Mirta la miró algo preocupada. -No se si debería decir esto pero estoy preocupada.
Lena frunció el seño. -Sobre que?
Mirta suspiró y se apoyó en la mesa. -En la mañana, Evan me preguntó sobre los donantes... si podían sacar la medula de una persona muerta.
Lena abrió los ojos de par en par. -Que?
-Si... le expliqué que no era posible, pero sí de una persona en estado vegetal o en coma. Al principio pensé que era una duda razonable...
Lena estaba aterrada. -Pero?
Mirta apretó sus labios. -Me preguntó cómo dejar a una persona en coma.
Lena lo negaba, no podía ser que Evan pensara en eso. -Debe ser solo curiosidad...
El teléfono de Lena sonó, era su padre, su corazón le decía que era sobre Evan. -Papá?
-Hola hija, despertaste bien?
Lena suspiró de alivio. -Si. Mirta me está preparando el desayuno.
-Que bien. Hija te llamaba por algo que me ha estado molestando un poco. Evan me preguntó donde trabajaba tu madre para hablar con ella...
-Que!?
Lena se levanto tan rapido que se mareo.
-Si... quería decírtelo por cualquier cosa.
La joven le cortó a su padre, marcó el numero de Evan, esperando que este le contestara. -Diga?
Lena se extrañó al escuchar la voz de otra persona. -Es el telefono de Evan?
-Si, quien es?
Lena miraba a Mirta confundida. -Soy Lena...
-Oh! Eres Lena. Soy Henry su manager, Evan salió hace unos minutos y dejó olvidado su teléfono.
Lena cortó. -Mirta, debo salir, me acompañas?
La señora dejó lo que estaba haciendo. -Pero en menos de una hora es su cita para la quimio...
-Mirta, creo que Evan hará algo malo, por favor, necesito tu ayuda. . . .
Lena estaba mirando el GPS mientras Mirta conducía. -Sabe lo imprudente que está siendo verdad? Si falta a su tratamiento aunque sea una vez...
-Lo sé... no me importa.
Faltaban solo unos metros para llegar a la casa donde su madre trabajaba. La unica forma de parar a Evan era ir directamente, si llamaba a la policía o si le avisaba a su madre, se armaria un escándalo. Evan no estaba pensando.
Apretó los puños solo pensar en lo desesperado que estaba él para llegar a ese extremo.
-Ahi es verdad?
Lena salio de sus pensamientos y vio la casa, frente a ella un auto que reconocería en cualquier parte, Evan estaba ahí, esperando dentro.
Mirta detuvo el auto mientras Lena se quitaba el cinturón. Vio a su madre salir por la puerta. Lena se apresuró y al poner un pie fuera del auto, Evan ya estaba siguiendo a Emily con un bate.
Lena corrió, tuvo el impulso de gritar su nombre pero eso alentaría a Emily.
Evan alzó el bate a unos centímetros de la nuca de la mujer y cuando estaba decidido a golpearla, Lena se interpuso, dejándolo inmóvil.
Ambos se miraban en silencio, Lena aliviada y Evan con el alma en un hilo, al ver que su oportunidad se había esfumado.
Emily dio vuelta en la esquina, perdiendola de vista. -Lena...
-Suelta eso.
Evan estaba tan frustrado y enojado que apretó aún más el agarre. -Evan, suelta ese bate.
El joven no la escuchó y Lena se acercó a él. -Evan, dije que lo sueltes!
-Callate!
Escuchó un sonido de un golpe secó, seguido de un grito. Abrio los ojos y vio a Lena en el suelo ensangrentada. El extremo del bate estaba roto. Había golpeado a Lena en el rostro.
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