23- Monitor

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-Es muy malo?

Evan estaba sentado junto a Hans y este suspiró.
-Solo por hacer el examen me pidió 3 millones, no quiero imaginar lo que va a pedir para hacer el trasplante, tal vez, nisiquiera acepte.

Evan aún esperanzado, dijo.
-Pero es su hija...

-No. Emily nunca quiso tener a Lena y cuando Peter murió... para Emily esta enfermedad es un castigo divino.

Evan apretó los puños.
-Hay que intentarlo.

Hans asintió.
-Si, la llamaré, pero primero le diré a Lena.

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La joven estaba parada mirando por la ventana a toda persona que cruzaba la calle.
-Cada persona es una vida, problemas, alegrías y amores distintos... es impresionante.

Mientras admiraba a los demás, Hans y Evan entraron.
Lena se volteó con una sonrisa.
-Hay un señor mayor con un perrito, pareciera que son la única compañía del otro, es hermoso.

Hans sonrió, su hija pasaba los días así, mirando a las personas tratando de adivinar sus historias.
-Lena debo decirte algo, es una buena noticia.

Ella miró a la ventana y se refrego las manos.
-Emily es una posible donante.

Evan y Hans se miraron sorprendidos y ella les sonrió.
-Escuche al Doctor... pero no es una buena noticia papá, ella nunca me ayudará.

-Lo intentaré. Hablaré con ella.

Lena miró al suelo.
-Dinero es lo que quiere y ya no nos queda nada.

Evan se acercó a ella.
-Si es dinero, yo tengo suficiente.

-No.

Lena estaba cruzada de brazos, miró a su padre y este dijo.
-Saldre por un momento.

Al salir suspiró, sabía que Lena no iba a aceptar el dinero de Evan.

-Lena, quiero ayudar...

-No. Tu te irás y volverás a tu vida. No quiero tu ayuda.

El joven ya frustrado por toda la situación, se enojó.
-Porque me apartas? Acaso no confías en mi?

Lena rodeó los ojos.
-Evan...

-Escuchame por una vez! No pensaste en mí  cuando trataste de quitarte la vida, no me preguntaste cómo me sentía al ver a la mujer que amaba, desangrarse, tampoco me dijiste de tu enfermedad, hiciste como si eso nunca había pasado. Después cuando viste que no obtenias los resultados que esperabas, me apartaste y yo como el imbecil que soy, te hice caso. Sabes lo que fue llamar a cada maldito hospital del pais para saber de ti? Sabes lo que es despertar cada día pensando que podrías haber muerto? No, no lo sabes, porque podías saber de mí gracias a internet y las entrevistas. Y para colmo, estas con otro hombre.

Lena cerró la boca, estaba sin palabras, Evan tenía razon en cada cosa que le había dicho.
Evan suspiró y miró el techo.
-Podrias pensar en mí por un segundo?

Lena volteó a ver la ventana para que él no viera sus lagrimas.
-Vete.

Evan se acercó y ella gritó.
-Solo vete!

Los brazos de él la rodearon, apoyó su frente en el hombro izquierdo de la joven, dejándola sin aliento.
-Te amo.

Lena sonrió, Evan aun la amaba y ella a él, a pesar del tiempo y las dificultades nunca dejaron de amarse.

-Lena, es Ian!

Hans había abierto la puerta, Lena se separó de Evan y supo que algo andaba mal.

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Lena llegó a la habitación de Ian, a quien estaban reanimando.
Entró en la habitación en medio del caos.
-Ian...

-Carga a 200!
-Despejen!

Lena miraba el monitor, esperanzada de ver alguna señal, cuando el corazón del joven volvió a latir.
-Bien, lo tenemos.

Lena sonrió.
-Estara bien?

El doctor la miró preocupado.
-Lo mantendremos en observación, pero no creo que aguante otro paro...

-Pero si no tiene otro, estará bien?

El joven miró a sus asistentes y estos se retiraron del lugar.
Evan y Hans miraban desde la puerta.
-Lena?

Ian había despertado y Lena se apresuró en tomar su mano.
-Ian, estoy aqui, vas a estar bien.

Ian sonrió y le acarició el rostro con mucha dificultad.
-No pasaré la noche verdad doc?

El hombre suspiró.
-No... tus órganos están fallando.

Lena apretó los ojos.
-No...

-Tranquila Lena, ya sabía que esto pasaría. Me alegra que estés aquí.

Lena contuvo las lagrimas, Ian debía ser consolado, no ella.
-Me quedaré.

Ian se hizo a un lado de la cama y ella se recostó junto a él, tomados de la mano.

Sin duda era una escena que Evan odiaba pero entendía la situación.
Ian iba a morir esa noche y Lena se quedaría con él y eso era lo que le había enamorado de ella, su compasión, empatía y comprensión.
-No creo que quieras ver esto, puedes volver mañana.

Hans le sugirió, pero Evan negó.
-No, me quedaré, cuando Ian muera, Lena va a estar destrozada y aunque eso me duele, no puedo abandonarla.

-No, me quedaré, cuando Ian muera, Lena va a estar destrozada y aunque eso me duele, no puedo abandonarla

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Save You (Evan Peters)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora