17- Agua

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Joseph, Amanda y Sindy entraron a ver a su amiga.

La joven estaba conectada a muchas maquinas y estaba inconsciente.

Al verla todos empezaron a llorar.
Estuvieron en silencio por una hora, acompañando a Lena.
-Deberian ir a dormir.

Hans les dijo al verlos agotados.
Como era de esperar, todos se negaron pero era evidente que estaban cansados.
-Ciando ella despierte debe verlos bien, con animo.

Amanda asintió.
-Tiene razón, si nota que estamos preocupados, nos va a apartar.

Le tomó la mano a Joseph y Sindy.
-Vamos.

Los jóvenes asintieron y salieron de la habitación.
En la sala de espera, vieron a Evan, sentado mirando al suelo.
Los tres se miraron y fueron hasta él, sentándose a su lado.

-Nos vamos a ir a dormir, tu deberías hacer lo mismo.

Sindy le dijo y este cerró los ojos.
-Quiero verla...

-Ve.

Joseph le dio una palmada en la espalda y Evan sonrió. Se levantó y fue.

Al llegar, Hand estaba saliendo.
-Evan, pensé que no vendrias.

El joven lo miró y puso sus manos dentro de sus bolsillos.
-Puedo pasar?

Hans asintió.
-Si, claro.

Evan entró a la habitación mentalmente preparado para lo que iba a ver.
Cuando entró apretó los labios y cerró la puerta.

Lena estaba tan quieta y blanca, que parecía muerta.
Se apoyó en la puerta tratando de respirar.

Sentio una profunda tristeza, desesperación, impotencia y una sensación de pérdida.
Es como si su mundo se tambaleara y se sintiera abrumado por una gran vacio.
-Lena...

Dijo entre sollozos.
Fue hasta ella y tomó su mano, pero no era suficiente.
La abrazó como pudo, sintió que se le escapaba de sus brazos, no quería soltarla.

Hans escuchaba el llanto de Evan desde el otro lado de la puerta. Apenas conocía a ese muchacho y ya le tenía respeto.
El amor y cariño que demostraba hacia su hija era genuino.

Pasaron 4 horas, Evan se había dormido esperando que Lena despertara.
Fue en ese momento en el que ella abrió los ojos.
-Agua...

Susurró varias veces, hasta que Evan despertó.
-Lena?

-Agua...

Evan sirvió un vaso de plástico con agua, le ayudó a sentarse y sostuvo el vaso por ella.
-Bebe con calma.

Ella bebió el agua con dificultad.
-Eso, tranquila.

Al terminar, Evan le secó la boca con su mano.
-Quieres mas?

Ella negó con la cabeza.
-Me duelen las muñecas.

Se miró, estaba vendada. Ahí recordó lo que había pasado.
Evan dejó el vaso en la mesa y ella se avergonzó.
-Perdon Evan. No deberías estar pasando por esto.

El joven se volteó y cruzó sus brazos.
-Porque lo dices?

Ella tragó saliva con dificultad.
-Nos conocemos hace unos meses y estás aquí cuidando de mi, cuando deberías estar preocupado en tu trabajo...

Ella le miró con tristeza.
-Evan, no estás obligado a estar aquí, puedes irte.

Evan apretó sus puños.
-Quieres que me vaya?

-Si. Quiero que te enfoques en tu trabajo, que sigas tus sueños y seas feliz.

Evan estaba notablemente enojado. Apretó la mandíbula conteniendose.
-Aunque sea con otra mujer?

Lena mordió su labio, respiró hondo y dijo.
-Si.

-No. No me iré. No estaré con otra mujer, no te voy a dejar sola, no ahora. No me pidas que te deje, porfavor.

Lena tapó su cara.
-Evan, voy a morir.

El joven la abrazó.
-No me importa, quiero estar a tu lado, permíteme ser parte de tu vida. Tu tratamiento, lo haremos juntos.

-Evan...

-No me apartes, mis sueños no se van a cumplir si tu no estás en mi vida.

Lena cerró los ojos mientras él le secaba las lagrimas.
-Estare debil.

-Te ayudaré.

-Estare hospitalizada por meses.

-Dormire aquí.

Lena sonrió y él igual.
-Me pondré calva.

-Mas lugar para besarte.

Ambos rieron, juntaron sus frentes y se tomaron de las manos.
-Realmente quieres quedarte?

Evan la miró.
-Realmente quieres que me vaya?

Ella lo pensó por unos minutos, Evan tendrá que acompañarla en todo su proceso por más tedioso que fuese... realmente quería tenerlo a su lado?
-Quedate.

Evan sonrió y la besó.
-Me quedaré hasta que me pidas que me vaya.

Hans entró y los vio.
-Disculpen, pensé que estaban durmiendo.

-Papá ven.

Hans se acercó a su hija.
-Estas bien?

Ella sonrió y asintió.
-Papá el es Evan Peters, mi novio.

Evan se puso nervioso.
-Am... si...

Hans sonrió.
-Me alegra que estés con mi hija, eres un buen chico.

Ambos se estrecharon la mano, era la primera vez que Evan estaba tan nervioso al conocer al padre de una pareja.

-Lena va a realizar el tratamiento, estas bien con eso?

Hans le preguntó serio y Evan con la misma seriedad dijo.
-Si. Estaré con ella siempre.

El señor sonrió.
-Entonces tendremos que decorar la habitación.

Save You (Evan Peters)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora