End

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Era día de descanso, Amanda había viajado a su ciudad natal para ver a sus padres y Lena estaba acostada.
El timbre de su hogar sonó y se despertó.
-Que.

Miró su celula, no tenía mensajes ni nada.
Eran las 11 am.
El timbre volvió a sonar.
-Amanda... de seguro se le olvidaron las llaves.

Se levantó y fue a abrir, tal cual estaba durmiendo.
-Se te quedaron las llaves?

-Am... no vivo aquí pero si me das una copia, no me quejo.

Lena abrió mejor los ojos y cuando lo vio se recargó en la puerta.
-Pense que te había dejado las cosas claras la noche anterior.

Evan sonrió.
-No.

El joven entró sin más, pasando a llevar a Lena.
-Traje el desayuno. Pastel!

Lena, cansada de luchar contra él, se resignó, cerró la puerta y dijo.
-Dejalo ahí.

Evan sonrió, por fin estaba avanzando.
-Bien. Calentare agua.

Lena lo vio preparar el desayuno, cosa que le recordó al pasado, cuando vivían juntos, cuando todo era normal.

Una angustia en su pecho afloró, quería volver a esa época.
Tenía una sensación extraña, después de tanto tiempo, de tantas noches llorandolo, de tantos días buscando una explicación.
-Te extraño.

Dijo. Evan estaba tan sorprendido que dejó caer un vaso, rompiéndose.
Evan volteó, su cuerpo no respondía.

Lena se acercó a él y se agachó para recoger los pedazos de cristal.
Mientras lo hacía Evan reaccionó.
-Cuidado...

-Ah!

Lena se había cortado con un vidrio. Evan se agachó de inmediato.
-Estas bien?

Lena miró su dedo, era un corte pequeño sin embargo empezó a llorar.
-Lena?

La joven se sentó en el suelo abrazando sus piernas, llorando.
Evan entendió que no era por el corte, era su presencia la que la hacia llorar.

Le acarició el cabello.
-Lena, lo siento por todo. Te hice mucho daño.

La joven alzó su cabeza, lo miró con odio y lo abrazó.
-Te extrañé, cada día intentaba olvidarte, pensar en otras cosas, concentrarme en el trabajo, pero durante las noches te recordaba. Quise odiarte, pero no pude. No puedo odiarte Evan, no puedo.

Evan tenía el corazón en la mano, ella no lo odiaba, tenía razón.
Miró los pies de Lena, se había cortado con el cristal cuando lo abrazó.
-Ven.

La tomó en brazos mientras ella seguía aferrada a él.
La llevó hasta una silla e intentó separarse de ella pero su agarre era fuerte.
-Lena

-No te vayas.

Evan sonrió, le tomó el rostro entre sus manos.
-No me quiero ir, pero tienes pequeños cortes en los pies.

Lena se miró los pies y entendió.
-Oh... ni lo sentí.

Evan buscó un paño y detuvo el sangrado.
-Ya está.

Lena lo miró
-Porque volviste? Dijiste que era rodo lo que odiabas, pense que...

-Menti, tuve que decir esas cosas horribles para que no me buscaras.

Evan se sentó frente a ella.

-Pero, porqué? No entiendo, fue tu trabajo? O pensaste que ya no te quería?

Evan le tomó las manos.
-Lena, fue Emily. Ella me dijo que iba a ser la donante sólo si me alejaba de ti.

-Emily?

Lena para sorpresa de Evan, sonrió.
-Entonces no fui yo el problema?

Evan la abrazó.
-Lena, tu no eres un problema para nadie, menos para mí. Iba a esperar el tiempo que fuese para volver a verte, no me importaba si te enamorabas de alguien más, quería verte bien.

La joven suspiró aliviada.
-Extrañaba abrazarte.

Evan rio mientras le daba pequeños besos en el cabello.
-Yo igual.

.
.
.
.

La pareja volvió, Amanda, al enterarse de todo se disculpó con Evan por el golpe que le había dado en el hospital, pero a Evan le pareció algo tierno de su parte.
Sindy y Joseph, lo recibieron como si nada.
Hans y Cristina se sintieron liberados, ambos estuvieron en constante comunicación con Evan durante esos dos años hablándole sobre Lena, cosa que a ella no le pareció muy bien.
-Papá estuviste hablando con Evan sobre mí? Es enserio?

Hans se encogió de hombros y el rubor lo delató.
Cristina, nerviosa sonrió.
-Lena, se le nota a kilómetros lo mucho que Evan te ama, no podíamos dejarlo así. Se merecía saber si estabas bien.

Evan abrazó a Lena por la espalda.
-Ademas tu podías saber de mí por internet, no era justo.

Lena se volteó.
-Sabes los malabares que tuve que hacer para no toparme con una noticia tuya? Justo en el momento más alto de tu carrera?

Evan sonrió.
-No?...

La cafetería de Lena se llenaba, Evan había compartido públicamente que ella era su pareja y la curiosidad de la gente los hacía ir hasta allí.
Cuando él podía, iba a ayudarle, ambos eran muy cercanos a la gente, a pesar de los intentos de esparcir rumores maliciosos.

Evan compró un piso más  arriba del de Lena y ahí vivían los dos, mientras que en el de abajo, Amanda, Sindy y Joseph compartían.

Cada sábado se juntaban en alguno de los pisos para cenar todos juntos.
-Ya deben estar por llegar.

Evan asintió.
-Voy a traer las pantuflas de ellos.

Lena sonrió mientras terminaba de poner la mesa.

Evan buscó en el armario y escuchó el timbre.
No encontraba las pantuflas así que miró bajo la cama.
-Aqui están.

Las sacó y salió con ellas a la sala.
Ahi vio a los cuatro amigos hablando mientras ayudaban a Lena a servir la cena.

Fue una imagen tan bonita que se quedo mirando.
Lena sonreía y jugaba con ellos, ya no era la Lena que había conocido, estaba plena.

A pesar de que él quería salvarla, fue todo lo contrario.
Gracias a ella volvió a a amar, a confiar en otras personas y en si mismo. Tiene amigos de verdad y a una nueva familia.
Iba a disfrutar al máximo esos momentos, no la volvería a perder, ella era su hogar.

Iba a disfrutar al máximo esos momentos, no la volvería a perder, ella era su hogar

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Save You (Evan Peters)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora