38- Gimnasio (2)

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-Evan, recuerda que despues del descanso te harán unas pruebas de maquillaje.

-Si Henry, lo se, llegaré a tiempo.

Evan se despidió de todos camino a su auto, cuando recibió una llamada de un numero desconocido.
Normalmente no contestaba pero dada la situación de Lena, podía ser cualquier cosa.
-Diga?

-Evan soy Jack

El joven, confundido dijo.
-Que quieres?

El chico suspiró.
-Podemos hablar? Es sobre Lena.

-Dime.

-Mmm... hay un lugar donde podamos vernos?

Evan lo dudó pero el mejor lugar para ir, era su casa.
-Si, te envío la dirección.

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Evan estaba un tanto ansioso, muraba el reloj, Jack debería estar por llegar.
-Mirta, Lena está en el hospital con Amanda?

La mujer asintió.
-Si, me dijeron que me quedara, así aprovecho de hacer otras cosas.

Evan asintió satisfecho, cuando el timbre sonó.
-Yo voy.

Abrió la puerta y su sorpresa fue mayúscula cuando vio a Emily.
-Buen dia.

La mujer entró sin más, vio el sofá y se sentó.
-Tenemos mucho de qué hablar.

Evan suspiró, no debió confiar en Jack. Cerró la puerta y se sentó frente a ella.
-Dime.

Emily sonrió.
-Eres muy guapo.

Evan rodeó los ojos.
-Al grano señora.

La mujer rio.
-Voy a donar mi medula a Lena.

A Evan se le iluminó el rostro.
-De verdad?

-Si, pero solo a cambio de una cosa.

El joven suspiró.
-Si es dinero, pídeme lo que quieras.

-Quiero que la dejes.

El joven confundido agitó su cabeza.
-Que? No... no, eso la destruirá...

Emily se encargó en el respaldo.
-Justamente.

Evan lo pensó, no podía hacerlo, Lena lo necesitaba y él a ella.
-No...

-Quieres que muera?

Evan se levantó del sofa.
-Largate.

La mujer sonrió y sacó unas fotografías de su cartera, las extendió por la mesa y Evan sintió un bajón de presión.
-Esto fue hace un tiempo, intentaste golpearme con un bate. Por suerte fuera de la casa hay cámaras... puedo acusarte de intento de homicidio y a ella de cómplice. Moriría en una celda sin mi ayuda.

Evan miró las fotos, salía todo, incluso cuando Lena le ayudaba a irse.

-Al principio pensé en hacerlo pero saber que vivirá con el corazón destrozado, me hace más feliz.

-Lo haré.

Emily se sorprendió, no fue necesario empujarlo más.
-Bien.

Se levantó dejando las fotos ahí.
-Por cierto, si intentas volver con ella o siquiera le hablas, publicaré las imágenes.

Evan apretó los puños, lo tenía dominado.
-Entiendo.

Emily salió de la casa y Evan se sentó en el suelo.
Mirta, quien había escuchado todo, fue a consolarlo.
-Mi niño, sé que es difícil, pero es la mejor opción que Lena tiene para vivir.

Evan asintió con la cabeza.
-Lo sé, solo que... tendré que romperle el corazón.

Mirta lo abrazó y Evan aguantó las lágrimas, aún faltaba lo peor.

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El joven estaba en el gimnasio del hospital, sentado en una banca, mirando su teléfono, indeciso.
Cerró los ojos y respiró hondo hasta que marcó la llamada.
En su interior deseaba que Lena no contestara.

-Evan, justo estábamos hablando de ti con Amanda...

-Estas en el hospital?

Dijo tan rápido que ni el se entendía.

-Si... pasó algo?

-En qué piso?

-Am, el segundo.

-Puedes venir al gimnasio?

-Si.

-Ven sola.

Cortó.
Quería que todo pasara rápido, no podía estar ni un segundo más ahí.

Escuchó la puerta abrirse, sintió que alguien se sentó a su lado y solo con el aroma, supo que era ella.

Lena le habló pero él no podía escucharla.
-No puedo con esto Lena... ya no.

-Con que?

Evan notó que la voz de ella se quebró, miró al frente y dijo.
-No puedo seguir a tu lado.

Lena no decía nada, nisiquiera podia escuchar su respiración.

Al sentir el silencio, continuó.
-Mi trabajo es muy importante, este proyecto lo es y estar contigo me desconcentra, estoy todo el día pensando en tu salud, en si estarás viva cuando llegue a casa... es agotador, espero que me entiendas. Soy joven, quiero vivir mi vida, no estar amarrado a ti solo por tu enfermedad.

Evan la miró, estaba tan palida y sus manos temblaban.
-Estare en la casa de mis padres por dos días, es tiempo suficiente para que tu y tu padre se vayan de mi casa. Tu tratamiento está pagado.

Lena apretó los puños y él lo notó.
-Eso es todo Lena.

Evan se levantó, caminó con el corazón destrozado, volteó y Lena seguía ahí sentada mirando el suelo.
-Lo siento.

Fue hasta su auto y condujo lejos de la ciudad. Cuando escuchó su teléfono sonar, se detuvo.
Era Amanda. No quería contestar pero necesitaba saber de Lena.
Apretó el boton de llamada del auto y lo primero que escuchó fue.

- Es mi culpa, se fue porque no aguantaba más... pero me había prometido que no me dejaría...

Evan se apoyó en el manubrio agobiado de escucharla así.

-Me ha roto el corazón...

El joven empezó a llorar junto con Lena, ambos sufrían, sentían que les habían quitado el alma.
Definitivamente jamás se había sentido así por una mujer, la amaba demasiado.

Save You (Evan Peters)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora