Enigma [Nicola Porcella]

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A parte de que todos hicieron mierda a Bárbara, fue demasiado tierno cuando Frida me defendió de los ataques de Bárbara, y eso también fue motivo para que enseguida gritaran que ella y yo debíamos estar juntos. Pero a mí me interesaba lo que pasó con Wendy y Frida.

—Y pasando a temas más amigables. Querida Frida, un millón novecientas treinta mil personas nos preguntan: Frida, esta semana te hemos visto sin ese preciado anillo de compromiso ¿Qué significa eso?

—Creo que no hay explicación. Es lo que es. Al parecer no ha sido claro entonces lo diré. El jueves pasado me gané un beneficio, ese beneficio fue una llamada con el exterior, ahí hablé con mi prometido y por muchas razones decidimos que lo mejor sería terminar.

Eso fue impactante para mí, yo quería saltar, tal y como mis amigos lo hacían. En lugar de eso todos empezaron a gritar "Nicola, Nicola, Nicola". Yo reía, y ella también.

—Ay bebé ¿Estás triste? —preguntó Wendy.

—Estoy bien. La verdad es que fue algo que los dos quisimos, las despedidas siempre son duras, pero ¿Qué sería de la vida sin los finales?

—Auuuu.... Mamona, filósofa —yo tenía una sonrisa enorme, como si mi mandíbula se hubiera quedado en esa posición.

—¿Tú prometido te dejó por ese romántico beso que vimos entre tú y Nicola Porcella? —ella comenzó a reír, y todos también lo hacían, parecía que a todos les emocionaba eso.

—Daré la exclusiva, sólo porque adoro que me invites a tu programa mi querida Wendy Guevara. Nicola Porcella fue el factor que faltaba para concretar el rompimiento de mi compromiso.

Eso, en lugar de hacerme sentir mal, me hizo sentir una victoria adelantada.

—¡Beso, beso, beso! ¡Sexo! ¡Beso! —empezaron a gritar todos. Entonces Emilio y Apio se levantaron, fueron hasta Frida y la hicieron caminar hasta mí, ella estaba justo frente, yo no entendía lo que pasaba. Fue entonces que en medio de gritos pidiendo besos y sexo, Frida me preguntó.

—¿Quieres un beso? —yo asentí, ella sólo sonrió, me sujetó por el cuello y con acento español dijo—. Te voy a callar el hocico, de esta manera.

 Y se acercó para darme un pico en los labios, justo como yo se lo había dado. Eso me hizo reír por la forma en que lo hizo, también me sentí feliz, pero al mismo tiempo decepcionado, tal como los gritos de mis amigos lo expresaron, pidiendo que nos besáramos bien, pero ella no quiso, dijo que eso lo guardaría para la noche.

Después de ese programa yo tenía demasiadas preguntas, pero no pude acercarme a ella, no tuve oportunidad para estar a solas, ni siquiera cuando nos arreglamos para la fiesta con esa temática de Moulin Rouge, ella se veía demasiado sexy. Apenas la fiesta comenzó, ella y yo interactuamos como siempre, yo estaba nervioso, y podría jurar que ella también, por eso comenzamos a beber muy rápido.