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De haber podido me habría pasado lo que restaba del día rogándole a Jorge que salvara a Frida, pero eso habría sido contra las reglas, y sobre todo contra los principios de Frida y los míos. 

Si Barby no salió nominada fue porque se habían tomado muy en serio la sugerencia de Jorge para que salvara a alguno de nosotros. Al final, los únicos que no habían nominado a Frida habíamos sido Wendy, Poncho y yo. Los demás le dieron 1 o 2 puntos, guiándose en el poderoso argumento de Sergio sobre quien sería un digno representante allá afuera. Tal vez sin saberlo estaban desarmándome. 

—Ya todo depende de Jorge mañana —habló Sergio demasiado triste y tenso. 

—Más les vale que quiten esas caras largas, porque lo último que cualquiera de los cuatro nominados queremos ver antes de salir son caras amargadas —Frida era una pieza clave en el equipo. 

Esa amenaza que ella representó en la primera semana para el team infierno ahora se había convertido en una fortaleza del equipo. No sólo se aseguraba de que la estrategia estuviera bien planteada, sino que yo la veía como una líder encubierta, ya que se encargaba de que el ánimo no decayera. Soportar a Bárbara por tanto tiempo daba indicios de la fortaleza que Frida poseía, pero ella también tenía el talento de transmitir dichos sentimientos a los demás, sólo bastaba con elegir las palabras correctas. Frida sería una gran participante fuera de la casa, no había duda de eso, la cuestión es que, a pesar de eso yo no iba a permitir que ella saliera, no esa semana, debía salir yo primero que ella. 

Esa noche fuimos a cenar, en medio de risas y de una conversación algo acalorada sobre economía en la cual Frida sólo escuchaba, regresamos al cuarto, listos para descansar un rato.

—Apuesto a qué Jorge salva a Apio —dijo Emilio, apenas apagaron la luz.

—Yo digo que salva al tío Sergio —mencionó Poncho, haciéndonos reír.

—Yo a Apio, y ni modo —habló Wendy.

—Está claro que a Nicola no lo salvará, le conviene tenerlo afuera porque aunque este puñetas no le gana ni en una, es el único que le da batalla —yo reí mientras Sergio hablaba—. Para mí, salva a Frida o a Apio.

Enigma [Nicola Porcella]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora