JungKook
Desperté. Oh dios, había dormido bastante mal, sin embargo, había algo que se podía rescatar, pues había dormido con TaeHyung. Eso es lo único bueno de la noche que había pasado.
Miré hacia la ventanas cercana y vi que ya había amanecido, era temprano, el sol ya estaba en un buen punto. A pesar de esto, sabía que no faltaba mucho para que tengamos que movernos de vuelta, pues no sería bueno quedarnos en lugares muy habitados.
En ese momento me di cuenta que los brazos de TaeHyung me estaban rodeando, como si me estuviera abrazando. Sonreí, sería lindo pensar que fuese así.
Suave y lentamente fui quitando sus brazos de mi cuerpo, pero no espere que, apenas moví su brazo, sus ojos fueron abriéndose. Genial, había olvidado que tenía sueño liviano.
—Buenos días.—saludó refregándose los ojos.
—Hola.—saludé intentando hacer el menor contacto visual posible, verlo me hacía sentir realmente nervioso.
En completo silencio me fui acercando a las ventanas, donde comencé a ver lo bello del exterior.
Abrí levemente las ventanas y en segundos me topé con un increíble silencio. Ya no habían ruidos de aviones, ni de construcciones y mucho menos de autos. Era totalmente callado, cosa que nunca creí que era posible de presenciar.
El problema es que aquél silencio no era nada bueno, es más, era el mal en su mayor sentido. Prometía que daría lo que fuese por escuchar un avión o un helicóptero, o el menor ruido de salvación que fuese, sólo quería tener un poco de esperanza de que ello sucediese. Necesitaba creer en ello.
De entre medio de toda esa falta de ruido, podía jurar escuchar un pequeño llanto, un sollozo, aquello era grave, como si proviniese de un hombre. Pero su llanto y su voz me sonaba conocida, como si fuese de alguien cercano.
Intenté concentrarme en aquéllas lágrimas y, una pequeña corazonada llegó a mi mente, ¿Acaso esa voz podía ser HoSeok? ¿HoSeok era el chico que estaba llorando? ¿Por qué?. Pero, a pesar de que el llanto de por sí y era muy extraño, sentía como si este mismo proviniese de la iglesia, como si esta misma me estuviesen atrayendo.
Nunca en mi vida había creído en Dios, ni tampoco me obligaban a visitar una iglesia, pero aún así hace muchos, muchos años fui a una y desde eso las odié como nunca. Odiaba tener que estar sentados por horas para rezarle a alguien que ni siquiera sabía si realmente existía y, cuando preguntaba si era real, siempre solían decirme que "Los apóstoles escribieron la biblia" y que todos éramos siervos de dios y bla, bla, bla. No me gustaba en lo absoluto.
Pero quería ir, quería saber qué era ese llanto.
Quizá si le decía a TaeHyung si podíamos ir a la iglesia él podría acceder, realmente no estaba seguro, quizá no querría porque era entrar en terreno desconocido, además me preguntaría porqué quería ir y mis razones no eran las más acertadas como para arriesgar la vida.
Oh, dios, TaeHyung. Lo que él había despertado en mi interior me había vuelto completamente dependiente de su persona, me estaba volviendo loco y en todo momento quería verlo y estar con él. Era demasiado como para alguien como yo.
Lindo detalle me había dado la vida para conocer a alguien tan genial como él.
Miré por última vez a la iglesia y me mentalicé que quizá debería ir sólo, a pesar de esto, debía ir. Debía saber porque escuchaba el llanto de mi... mejor amigo... del que alguna vez fue mi mejor amigo.
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ℕ𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕋𝕖 𝔻𝕖𝕛𝕒𝕣é || 𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜/𝕍𝕂𝕠𝕠𝕜
FanfictionPrimera y principal historia del universo de muertos vivientes. Desarrollo de personajes de JungKook y TaeHyung. Por culpa de un virus la humanidad enloqueció. Toda persona que tuviera contacto con la saliva o sangre, de un infectado, sobre una heri...