𝙻𝚊 𝙽𝚘𝚌𝚑𝚎 𝙳𝚎 𝙲𝚊𝚍𝚊 𝙼𝚎𝚜

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JungKook


     Desperté, pero no desperté a donde estaba anteriormente, desperté en suelo parecido a un ring de pelea.

     Apoyé mis manos en el suelo y, algo débil, comencé a levantarme, tambaleándome en el acto, para luego observar mi alrededor.

     Estábamos en un ring de pelea, sí, mucho más grande que eso y yo no era el único que estaba ahí. SeokJin estaba a varios metros a mi izquierda, aún en el suelo pero ya comenzaba a levantarse, mientras que, a mi derecha, estaba JiMin... un JiMin que apenas se podía mantener parado.

     Los tres estábamos sin camisa, pero también habían más hombres en la arena de pelea... como diez, todos ellos observándonos. Alcé mi mirada y, justo enfrente de nosotros, estaba TaeHyung, mirándome, YoonGi y NamJoon, todos ellos atados y a su alrededor habían un montón de personas, bueno... alrededor de todo el ring. Como si de un espectáculo se tratara.

     Miré hacia los chicos, YoonGi estaba señalándome todo el tiempo a JiMin, con la mirada, TaeHyung estaba super inquieto, súper enojado, y NamJoon... NamJoon estaba con la mirada más aterradora que alguna persona podía tener, de tan solo mirarle me podía rendir.

     Hice caso a lo que me decía YoonGi y me comencé a acercar a JiMin, lo ayudé a mantenerse en pie y ahí fue donde me di cuenta que estaba tan jodidamente sensible que no podía tocarle ni una sola parte del cuerpo porque le dolería como un infierno.

     Esa sensibilidad era parte de los golpes que había sufrido.

     —Quédate detrás de mi, ¿Sí?—pregunté intentando protegerle.

     —Sí.—suspiró.

     SeokJin se levantó del suelo y se comenzó a acercar hacia nosotros, quedando delante de mi y mirándonos sobre su hombro. Él también había sido golpeado, pero parecía estar mejor que nosotros.

     —Nos harán pelear contra esos, de eso se trata todo esto.—advirtió.—Déjenme delante y no se metan en mi camino, yo mataré a todos estos hijos de perra.

     En parte eso me convenía, pues yo debía proteger a JiMin y, lo que decía el mayor, me ayudaría a mantenerlo a salvo.

     Lo que si me di cuenta fue de que, SeokJin, se tapaba a toda costa su abdomen... como si quisiera que no lo viéramos. Ahí lo entendí, SeokJin era un poco rellenito y, al parecer, era inseguro con eso, aunque... eso no quitaba la belleza tan exorbitante que tenía.

     —¡Damos inicio...—habló desde arriba ChangBin, haciendo que todos gritaran ovacionándolo.— a la noche más esperada del mes!—otra vez le gritaban.—¡Que comience el combate!—terminó por decir y, así como ordenó, todos los hombres que habían en la arena se comenzaron a movilizar contra nosotros tres.

     ¿Por qué habían tantas personas contra nosotros tres?

     Al instante, un hombre se abalanzó contra SeokJin y comenzó a intentar cortarle con un cuchillo.

     —Hijo de puta, maté a un infectado con mis puños, ¡¿Te crees que no podré matarte a golpes?!—exclamaba el mayor de los tres, repartiendo golpes a lo loco.

     Así como se distrajo con uno de los hombres, otro de esos tipos se me quiso abalanzar, pero antes de que yo hiciera algo, o tan solo él me golpeara, SeokJin tomó del cuello de la camisa del que estaba peleando y lo lanzó al que me quería dar pelea a mi..

     Carajo... SeokJin era todo un monstruo.

     —¡Vamos, mierda! ¡¿La pelea no era contra nosotros?!—exclamaba y, antes de que pudiera hacerle o decirle algo, comenzó a correr hacia los que, se suponía, que nos tenían que matar.

     Me separé un poco y agarré un cuchillo que había en el suelo, cuchillo que me serviría para defendernos a mi y a JiMin.

     —¡Pónganse de rodillas!—gritaba con dos voces, parecía que se le salía el demonio o que se estaba partiendo al garganta.—¡Vamos! ¡Jódanme malditos!

     Nosotros dos, JiMin y yo, estábamos en una punta, observando, pero SeokJin se estaba volviendo loco matando todo lo que se le ponía enfrente.

     Lo que no esperábamos era que uno de ellos tirara al suelo al mayor y que los demás comenzaran a venir hacia nosotros.

     Eran tres, los únicos tres que faltaban para acabar con todo, tres veían hacia mi y quedaba uno que era el que estaba peleando con SeokJin.

     Tenía mi cuchillo, pero no creía que fuera suficiente, y aún así, corrí hacia uno de ellos y me abalancé sobre todo su cuerpo, tirándole al suelo.

     Sentí su puño sobre mi abdomen, forzando a quitarme sobre si, pero más rápido fui yo al clavarle la cuchilla en el cuello. Antes de darme cuenta, o intentar moverme, otro de ellos se acercó a mi, listo para seguir con su trabajo.

     Corrí intentando hacer algo, pero... su navaja hizo algo que me rebajó muchísimo, cortó parte de mi rostro... sentí como la sangre bajaba en mi rostro... sangre caliente.

     Toqué la herida y me rebajé mucho más de lo que ya estaba, tenía un corte diagonal desde mi ceja derecha hasta un poco más arriba de la base de mi mandíbula de mi lado izquierdo... eso dejaría una gran cicatriz. 

     Me arrastré hacia atrás, intentando que no me volviera a cortar, pero él se agachó y, con sus piernas, trabó mi cuerpo y comenzó a ahorcarme con sus dos manos.

     El aire me comenzaba a faltar, no podía respirar, y me estaba volviendo loco, moviendo todo mi cuerpo intentando sacarle de encima pero nada funcionaba. Nada funcionaba y mi mente se comenzaba a nublar.

      Mis brazos se comenzaron a cansar, mis ojos se cerraban, y mi cuerpo ya no me respondía. Cerré los ojos, esperando mi inevitable muerte, muerte que nunca pasó porque... dejé de sentir el cuerpo del hombre sobre mi.

     Abrí mis ojos y vi como JiMin había apuñalado al tipo en la base de su cabeza. Me volteé y no pude evitar toser ante lo que me habían hecho, era mucho aire de golpe.

     Me levanté del suelo y me acerqué donde JiMin, para ayudarlo pararse. Por cada toque pegaba un pequeño grito, la sensibilidad de su cuerpo era algo muy serio.

     Un SeokJin más que rebasado de sangre se nos acercó y se quedó a nuestro alrededor, ahí entendí que, mientras yo estaba en el suelo, ellos se habían encargado de los pocos que quedaban.

     Lo que no esperábamos era que una puerta, a nuestra derecha, se abriera y, de esta, comenzaran a salir más hombres... más enemigos.

     El problema era que... tenían armas... armas que usaron para separar a los chicos de mi y apuntarme a la cabeza.

     A pesar de todo el pseudo espectáculo, uno de todos me golpeó en la boca del estómago, dejándome sin aire, y me tiraron al suelo para seguirme pegando justo ahí.

     Pateaban, golpeaban, no se detenían... pero más me dolía escuchar los gritos de TaeHyung, gritos pidiendo que se detuvieran.

     Gritos que estaban acompañados de lágrimas, de su parte.

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      Mátenmee.

Pauu_Nira




ℕ𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕋𝕖 𝔻𝕖𝕛𝕒𝕣é || 𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜/𝕍𝕂𝕠𝕠𝕜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora