ℕ𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕋𝕖 𝔻𝕖𝕛𝕒𝕣é || 𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜/𝕍𝕂𝕠𝕠𝕜

𝙰𝚖𝚊𝚛𝚝𝚎 𝙳𝚎 𝙻𝚊 𝙵𝚘𝚛𝚖𝚊 𝙼á𝚜 𝙱𝚎𝚕𝚕𝚊

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JungKook

     Si decía la verdad, debía decir que donde dormía era increíblemente cómodo. dormía sobre él.

     Y, para mi mala suerte, cometí el error de despertarme. Moví mi cabeza para mirarle a los ojos, sabía que con mis leves movimientos se despertaría en cuestión de segundos, pero no importaba, después de todo, era yo y no otra persona.

     Puse mi mano, muy suavemente, sobre su rostro y lentamente lo iba acariciando. Sus facciones eran increíblemente celestiales, no habían ni siquiera una pizca de maldad en ellas, ¿Qué era todo lo que había tenido que pasar de niño?

     Mi mano, que pasó de estar en su mejilla, fue dirigida directo a sus labios, sus preciosos labios. Eran completamente fascinantes de solo sentirlos pegados a los míos, sin embargo, cuando me mordían y absorbían mi piel, se sentía aún mejor

     —¿Es un pecado no poder evitar enamorarme de ti?—susurré a centímetros de su boca.—Y, si lo es... entonces soy gran pecador, porque no solo estoy enamorado de ti, sino que te amo.—expliqué.

     Seguí acariciando su rostro, esperando el momento en el que se despertase, ¿O quizás debía hacerlo yo?

     —Tae...—susurré suavemente, no quería asustarle.—Oye... despierta.

     Oh, esto era increíble. Normalmente él se despertaba primero y mucho más fácil que yo, ahora era yo quien debía despertarlo.

     —¿Qué sucede?—preguntó abriendo los ojos y ladeando la cabeza para mirarme a los ojos.

     ¿Cómo?, ¿No estaba profundamente dormido? ¿Por qué se había despertado así?

     —Na-nada.—respondí quitando mis manos de su cara.— Yo... emh, ¿Te gustaría salir un rato? Digo- por-que hemos estado algo encerrados y-

     —Está bien.—interrumpió sonriendo.— Tengo las piernas entumecidas, me haría bien salir un rato.—asintió.

     Rápidamente me levanté de donde estábamos y comencé a guardar las vendas en mi mochila.

     Por un momento miré las botellas, ambos habíamos bebido demasiado y por ello me dolía un tanto la cabeza ¿Así se sentía la tan aclamada resaca?

     Dejé las botellas en el suelo, estaban completamente vacías, y seguí con las pocas cosas que antes había sacado solo para vaciar la mochila.

     —¿Puedes caminar o necesitas que te ayude?—pregunté con una pequeña sonrisa, no quería hacerle sentir mal.

     —No sé, due-duele.—advirtió levantándose del suelo, muy lentamente, se notaba demasiado el dolor.

     —Tranquilo ¿Sí?, estoy yo para ayudarte.—afirme tomando su brazo y dejando que se relaje un poco más.

     Coloqué mi mochila en mi espalda y juntos nos comenzamos a acercar a la puerta para, por fin, salir de esa casa.

     Estaba más que claro que volveríamos, sin embargo, ambos habíamos pasado tanto tiempo en aquél lugar que nos podía resultar algo... ¿Sofocante?

     Al abrir la puerta y salir ambos sentimos el gran calor que había fuera, había comenzado el verano y estábamos más que seguros de que nos moriríamos de calor.

     Seguimos caminando hacia la derecha de la casa. Sonreí al ver que, no lejos, estaba el cementerio de infectados que yo había hecho.

     —¿Qué fue eso?—preguntó acercándonos poco a poco a la zona de muertos que había dejado anteriormente.