𝙴𝚕 𝙲𝚑𝚒𝚌𝚘 𝙳𝚎 𝙲𝚊𝚋𝚎𝚕𝚕𝚘𝚜 𝙼𝚘𝚛𝚊𝚍𝚘𝚜

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JungKook


     —Definitivamente, esto es una mierda.— dijo TaeHyung quitándose el traje y la corbata, quedando en camisa.

     Aparté la mirada, Dios estaba seguro que me había sonrojado. TaeHyung es demasiado... hermoso. Ya lo había visto, sin embargo no me había detenido a ver o apreciar sus facciones y su cuerpo.

     Tenía unos ojos perfectamente negros, con su cabello largo hasta los ojos y estos también son negros, junto a una mandíbula perfectamente definida. Su cuerpo bastante marcado, en musculatura, y es un poco más alto que yo. Simplemente increíble.

     —Oigan. ¿Puedo ir con ustedes?— preguntó JiMin.— Prometo que no seré una carga. Pero, por favor llévenme, no creo poder sobrevivir por mi mismo.— miré a TaeHyung y él asintió, restándole importancia. Al hacer eso JiMin corrió hacia mi y me abrazó— Gracias, en serio gracias.

     —No hay de qué. Mientras más seamos, mejor.

     Miré a TaeHyung y estaba muy pensativo mirando fijamente la puerta. JiMin y yo nos volvimos a acercar a él y yo hablé.

     —¿En qué piensas?.

     —Yo... pensaba la forma de salir de la ciudad. No podemos quedarnos aquí y tentar a la suerte, al menos más de lo que ya lo hemos hecho.— pasó su mano por su cabello y llevándolo hacia atrás, señal de ansiedad.— Necesitamos un auto. Pero por lo pronto hay que bajar al subsuelo, donde están todos los vehículos.

     —Pero, ¿Cómo bajamos?, hay demasiados fuera.— pregunté e hice que él se desesperara aún más.

     En ese momento, TaeHyung, se acercó a la puerta y la abrió un poco, dejando que él viese por fuera. No pasaron muchos segundos hasta que la volvió a cerrar, esta vez con una mirada completamente cabizbaja.

     —¿Qué viste?— me apresuré a preguntar, sin embargo sentí como no debería haberlo hecho.

     —Hay un infectado fuera, solo uno. Los demás siguieron unos metros más por el pasillo.

     —¿En qué piensas?— pregunté intentando saber su plan.

     —¿Tu celular tiene batería?— me encogí de hombros. Tomé el celular, el cual estaba en la mochila.

     —No tiene mucha, pero supongo que funciona ¿No?— él asintió.

     —Pon música y lánzalo lejos, para distraer, mientras corremos y vamos a las escaleras.

     —Si, pero... qué hacemos con el que está aquí fuera.

     —JiMin, dame tu cuchillo.— ordenó el mayor y el pelimorado le dio el utensilio.— JiMin, necesito que abras la puerta y te escondas detrás de esta. Cuando el infectado entre, tu la cerrarás y me encargaré del resto. Y tú— me señaló a mí.— detrás de mi espalda.— asentí sin rechistar.

     Aunque me sintiera completamente inútil al hacer eso, realmente no quería desobedecer a TaeHyung, no quería terminar con una discusión.

     —Vamos.— alertó y JiMin se acercó a la puerta. Rápidamente me coloqué en la espalda del mayor y me escondí en su cuello.

     —Tres... dos... uno.— susurró y abrió la puerta.

     El infectado entró. Y en ese momento me paralicé, no era cualquier infectado, era mi madre. Lo entendí, entendí porqué Tae tenía la mirada cabizbaja cuando entró. Sin querer ver como seguían con el plan, apreté, entre mis manos, la camisa de TaeHyung y escondí en su espalda.

ℕ𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕋𝕖 𝔻𝕖𝕛𝕒𝕣é || 𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜/𝕍𝕂𝕠𝕠𝕜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora