𝙴𝚕 𝙶𝚞𝚊𝚛𝚍𝚊𝚎𝚜𝚙𝚊𝚕𝚍𝚊𝚜

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TaeHyung


     Tenía sueño, no había dormido casi nada, me sentía realmente agotado. Pero eso era lo que ganaba con ser el guardaespaldas del presidente del consejo de ministros, una verdadera tortura.

     No era algo que me gustase hacer, sin embargo, ganaba bastante dinero, y eso era suficiente para mi. Mientras ganase dinero el resto no importaba.

     Y ahí estaba, en el ayuntamiento escoltando a maldito presidente del consejo de ministros. Todo era una maldición, me había levantado de la cama a las cinco y cuarenta minutos de la mañana para vestirme y armarme. Para llegar a la casa de mi jefe y con él irme al ayuntamiento a las ocho de la mañana. Para que después que se hicieran las nueve de la madrugada y todavía no estén todos juntos para comenzar.

     En fin mi paciencia no estaba en el mejor estado, de hecho ya comenzaba a hartarme. Ya llevaba ratos esperando que la reunión comenzara, la cual ya debería haber comenzado hace horas, sin embargo, una serie de "Imprevistos" había hecho que los participantes de la reunión se vieran retrasados. Según escuché el tráfico estaba completamente loco y no dejaban avanzar a nadie.

     —Kim, vamos. Ya llegaron, vamos a comenzar.— ordenó, a lo que yo solo asentí y abrí la puesta para que él pasara.

     Caminamos por un gran pasillo, el cual era de ventanales y dejaba ver una gran cantidad de oficinas. Seguimos nuestro camino hasta que llegamos al elevador, el cual nos llevó hasta el séptimo piso. Al bajar seguimos caminando por pasillos hasta encontrar a la tan dichosa sala de juntas.

     Abrí la puerta y dejé pasar a mi superior, mientras que yo me quedé fuera haciendo guardia. Era aburrido quedarse mirando un punto fijo y vigilar una puerta todo el tiempo, sin embargo, ya comenzaba a acostumbrarme y en mi mente intentaba hacer sonar una canción que me gustase.

     Los minutos solían pasar rápido, pero esos minutos, especialmente hoy día, se hicieron horas que parecían interminables.

     Luego de un largo rato una mujer salió de la habitación, colocándose en la pared que estaba frente a la puerta, con la vista completamente dirigida al celular. La mujer se veía algo mayor, con su cabello castaño oscuro que sobrepasaba los hombros y en tema de flequillo llegaba a taparle la frente por completo. En ese momento la reconocí, era una secretaria, la señora Jeon.

     —¿Todo bien señora Jeon?— pregunté intentando entablar una conversación.

     —Sí, TaeHyung.

     —¿Hay algo que le moleste?

     —Sí. Aquí dice que acaba de caer un helicóptero sobre un centro comercial. Y que están habiendo disturbios en las calles. Yo... me preocupa mi hijo, dijo que saldría con un amigo, pero realmente no sé si estará bien.— veía sus ojos, reflejaban una gran tristeza.

     —Tranquila. Usted confíe en su hijo y todo estará bien.— dije asomando una pequeña sonrisa.

     —Sí. Confío en él, ya es mayor de edad, pero no puedo evitar preocuparme. Él es un niño, a pesar de tener veinte años, es tan miedoso que no puede ver sangre. Realmente me arrepiento de haberlo sobre protegido tanto de niño.

     Esas eran las consecuencias de sobreproteger a alguien, muchos llegaban a tener narcisismo. Pero más que nada en el futuro siempre tienen sentimientos de inutilidad, inseguridad, dependencia emocional en las decisiones y, en el caso del chico, hematofobia.

     —¿Por qué no lo llama?. Quizá él pueda venir hasta aquí.

     —Tienes razón.

ℕ𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕋𝕖 𝔻𝕖𝕛𝕒𝕣é || 𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜/𝕍𝕂𝕠𝕠𝕜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora